Mi abuela bebió demasiado y acabó chupándome la polla

Mi abuela bebió demasiado y terminó chupando mi pene. Y me lo pasé bien porque no soy tonto, nunca dejaría pasar una buena mamada, ya sea de mi madre o incluso de mi abuela. Todo esto sucedió porque bebimos demasiado, todos nosotros, estábamos celebrando una fiesta familiar y todo el mundo estaba bebiendo tequila sin parar. El resultado fue que todo el mundo acabó enloqueciendo y emborrachándose. Yo mismo me emborraché mucho, mi abuela no es una vieja fea. Es vieja, pero todavía está bien conservada, su cuerpo no es comparable al de las mujeres jóvenes, pero todavía tiene grandes pechos y un culo muy bonito.

Nunca sentí placer ni calentura en mi abuela, pero como dije, yo estaba borracho y ella también. Así que no pudimos controlar lo que pasó, y después de eso no volvimos a hacerlo. Mi abuela estaba muy arrepentida de haberme practicado sexo oral, pero no había vuelta atrás. Confieso que si ella accediera a hacerlo de nuevo, definitivamente querría hacerlo. Porque me gustó mucho, aunque estaba demasiado borracho para recordarlo todo, me gustó recibir una mamada de una mujer de más de 50 años.

Te diré ahora cómo acabó ocurriendo entre nosotros. Como dije, había una fiesta familiar en mi casa. Como bebí mucho terminé acostándome temprano, y como estaba muy borracho quise masturbarme antes de dormir. Así que puse una película porno en la televisión y empecé a masturbarme. Pero me olvidé de cerrar la puerta del dormitorio, y mi abuela entró porque también estaba muy borracha y se fue a dormir, pero se confundió y entró en la habitación equivocada.

Me llevé un gran susto pero como estaba desnudo no había forma de ocultar mi pene. Y estaba muy duro, mi abuela cerró la puerta y se acercó diciendo que era el pene más bonito que había visto nunca. También dijo que, como mi abuelo ya no podía tener relaciones sexuales, le engañaba con chicos jóvenes. Y de todos los jóvenes mi pene era el más bello y apetecible, en ese momento me sentí muy avergonzado, pero no pude decir nada ni moverme. Entonces mi abuela se sentó a mi lado y empezó a acariciar mi pene.

Era muy sabroso y lo fue aún más cuando puso su boca sobre él y comenzó a chuparlo intensamente. No dejaba de mirarla a ella, al porno de la televisión y a la vieja sucia y borracha que me chupaba la polla tras revelarme que engañaba a su marido. Ella me chupaba y yo estaba cada vez más excitado, hasta que decidí agarrarle los pechos, entonces se quitó la camiseta y me mostró sus grandes y deliciosos pechos. Los agarré y los sujeté con fuerza mientras ella seguía haciéndome sexo oral.

Le dije que estaba a punto de correrme, me miró y me dijo que me corriera en su boca que quería sentir el sabor. Me corrí en la boca de mi abuela y gemí fuerte porque estaba muy excitado. Después de eso, frotó sus pechos contra mi boca y me dio las buenas noches. Me acosté muy emocionado y feliz, al día siguiente me invitó a salir, pensé que íbamos a tener sexo. Pero dijo que lo sentía y que no volvería a hacerlo. Aun así, me hizo prometer que mantendría el secreto y le confesé que quería tener sexo con ella.