Penetré el coño de la profesora gorda a cambio de 100 dolares. Como realmente necesitaba dinero, terminé dando el máximo placer a esta mujer que no había tenido sexo durante semanas. Como su marido es viejo, también es gordo y no puede darle mucho placer. Siempre dura diez minutos teniendo sexo y siempre la deja insatisfecha. Cansada de pasar por esta mala situación un día me ofreció 100 dólares por follarle el coño.
Ella me hizo esta oferta porque soy una persona muy comunicativa. Y como siempre estoy hablando con ella y porque soy guapo también terminé haciéndola sentir cómoda haciéndome esa oferta. Además, saqué malas notas en tu materia, odio el inglés y tengo dificultades. Dijo que me ayudaría y que me daría la máxima puntuación en los exámenes. Esa era una razón más por la que quería tener sexo con este gordo bastardo.
Todo esto pasó en la escuela, la pedí, pero tuve sexo con ella en su casa. Donde tuvimos que esperar a que su esposo durmiera. Como siempre está en casa, la traviesa tuvo que ponerle una buena dosis de tranquilizante a su jugo. Así se durmió el cabrón y me mandó un mensaje diciendo que podía ir a su casa. Y fui porque tenía una gran necesidad de dinero y buenas calificaciones en mi materia.
Mi maestra no es bonita y todavía está gorda. Pero ella tiene los pechos grandes, sus pechos son grandes y calientes, su culo también es muy grande porque es gorda. Pero no estaba demasiado interesado en si ella era bonita o fea, solo quería tener sexo, tomar mi dinero y sacar A en sus exámenes. Así llegué a su casa en silencio para no despertar a su marido cornudo.
Fuimos a la habitación de invitados y cuando llegamos allí, esta mujer traviesa estaba desnuda ya cuatro patas sobre la cama. Un culo muy grande y caliente, logró hacerme extremadamente excitado. Empecé a chuparle el coño y la penetré muy fuerte. La traviesa se vino muy rápido porque había días que no tenía sexo. Después de eso la traviesa me dijo que le penetrara el culo, tenía muchas ganas de tener sexo anal, hacía mucho tiempo que no lo hacía.
Escupí en el culo de la profesora gorda excitándola mucho. Primero metí los dedos en el culo de la safadinha y poco después comencé a meter el pene. En ese momento no pudo resistirse y terminó gritando de lujuria, por suerte su esposo no despertó. Entonces penetré más fuerte y ella decidió sentarse en mi pene. Estuvo bien que fuera rápido porque ella era muy pesada, pero sentándose en mi polla se corrió rápido y yo también me corrí en el culo travieso dejándola sucia. Luego me fui y su esposo siguió durmiendo.
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