Mi tía quería cumplir su deseo de tener sexo anal. Entonces tuve que darle lo que quería, porque vivo en su casa y me cuida como si fuera su hijo. Mi nombre es Xavier, tengo 20 años y terminé practicando sexo anal con mi tía. Ya había penetrado mucho culo, confieso que me encanta follar un culo bien sabroso y prieto. Mi tía en cambio nunca había hecho esto y le encantó tener esta deliciosa experiencia donde recibió las primeras penetraciones en su delicioso culo.
Debido al covid, mi tío terminó falleciendo y solo estábamos mi tía y yo en la casa. Vivo con ella porque mis padres se fueron a probar la vida a Nueva York, cuando se fueron yo era muy joven y me quedé con mis tíos. Hoy ya tengo 20 años, a veces vienen a visitarme, pero es muy raro. Entiendo que están tratando de hacer un buen dinero y en unos años se mudarán de regreso a México. Intenté ir con ellos pero quieren que me quede con mi tía.
Ella me da todo, yo estudio en una gran universidad que paga por ella. Siempre viajo en su auto, tengo ropa nueva, una hermosa habitación. Y la ayudo en su tienda de ropa de mujer. Gracias a esta tienda podemos vivir bien aquí en Tijuana. Después de que murió mi tío, mi tía estaba muy triste, pero después de un tiempo volvió a la vida y se fue. Consiguió algunos novios, pero nada serio, quería tomarse un descanso y estar sola por ahora.
Un día mi tía y yo estábamos bebiendo y yo todavía estaba asando un poco de carne. Abrió un tequila y bebimos tequila y cerveza. El resultado de esto fue que ella y yo nos emborrachamos mucho. Y empezamos a hablar de sexo y ella me confesó que nunca había practicado sexo anal y que tenía muchas ganas. Mi tío no quería y por eso terminó por no hacerlo. Obtuve un pene duro al mismo tiempo, estaba borracho y ella todavía estaba hablando sucio.
Le pregunté si quería cumplir este deseo y ella me preguntó cómo. Al mismo tiempo me levanté y saqué mi pene y ella estaba toda feliz viendo mi enorme polla bien dura. Ella vino y me besó en la boca, terminamos yendo a su habitación y allí se desnudó. Mi tía es un poco gorda, pero todavía muy caliente, se frotó el culo con lubricante, se puso a cuatro patas y pidió un pene. Y tranquilamente metí mi polla dentro del culo de mi tía. Cuando llegó a la mitad me pidió que parara porque mi pene era demasiado grande.
Saqué mi pene del culo de mi tía, ella tomó aire, untó más lubricante y me dijo que siguiera. Y yo estaba aún más tranquila penetrando el culo travieso. También estaba penetrando su coño para que se excitara aún más. Volvió a pedir por el culo y yo se lo metía muy despacio, y despacio me dejaba empujar más y más dentro de su culo. Me corrí sabroso y la hice correrse también, fue un anal intenso y sabroso. El otro día nos avergonzamos el uno del otro, pero el domingo siguiente volvimos a beber y tuvimos más sexo.
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