Le di demasiado tequila a mi suegra y le follé el culo. Fue una experiencia sensacional, confieso que desde la primera vez que vi a mi suegra me enamoré de ella. Pero como estoy saliendo con su hija, tengo que respetarlos a ambos. Pero con el paso de los años, se hizo más y más difícil. Porque mi suegra no es como la mayoría de las suegras, que son viejas y aburridas. Mi suegra es hermosa y todavía muy caliente porque no es tan vieja.
Mi suegra se llama Elisa, tiene 47 años y sigue deliciosa. Rubia con grandes pechos calientes, ella realmente excita a cualquier hombre. Pero ama a su marido, el señor Bertoldo, un anciano de casi 60 años, rico y muy simpático. Por eso mi suegra está con él, pero ella estaba teniendo problemas por la edad de su esposo. Como tenía 60 años, ya no podía tener la misma erección que hace unos años.
Y yo siempre estaba en su casa viendo todo esto y queriendo ayudarla. Pero no había manera porque soy el novio de su hija, pero un día me enteré que ella estaba engañando a su marido. Un amigo mío me dijo que su hermano mayor estaba saliendo con Elisa, y que tenían una aventura desde hacía 3 meses. Y que ella todavía le dio dinero y varios regalos. Y eso fue todo lo que me tomó no poder contenerme e ir tras mi suegra.
Era fin de semana, a mi suegro siempre le gusta asar buena carne de primera los sábados y tomar tequila y cerveza. Ya habíamos comido mucho, bebido mucho y ya todos estaban muy borrachos. Mi suegro siempre se acuesta muy temprano, y ese día le llené el vaso a mi novia para que bebiera mucho y se emborrachara mucho. Y eso fue lo que pasó, ella no pudo más y se fue a dormir, también me llamó pero me quedé con mi suegra.
Esperé a que mi novia se fuera a dormir y mi suegra ya se iba también, pero le dije que se quedara un poco más. Le serví otro trago de tequila en su vaso y ella dijo que se iba a beber el último trago. Después de que ella bebió, comenzó a decirme buenas noches, pero la tomé de la mano con mucha fuerza y la besé en la boca. Trató de alejarse de mí, pero la abracé aún más fuerte y la besé de nuevo, esta vez ella quería y me besó caliente. Le estaba levantando la falda y no me dejaba, me tomó de la mano y me condujo al auto en el garaje.
Me senté en el asiento trasero y ella sacó mi pene y comenzó a darme una buena mamada. Luego me dijo que nunca le dijera esto a nadie, y que si lo guardaba en secreto siempre me la follaría. Mi perra suegra comenzó a sentarse bien en mi polla, golpeé su trasero con fuerza y ella me besó en la boca y me abofeteó en la cara. Me llamó bastardo y se sentó bien hasta que se corrió en mi polla, no me dejó correrme para que no me ensuciara. Luego salimos del auto y ella me masturbó hasta que me corrí sobre la hierba. Fue sensacional y después me fui a dormir.
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