Le di mi coño al viejo pervertido por dinero

Soy una jovencita mexicana de apenas 19 años y ya conozco los placeres y las guarras de la vida. Estudio administración de empresas en la universidad cerca de casa. Estudia durante el día y trabaja durante la noche.

Mi trabajo implica placer y mucho dinero. Soy una prostituta de lujo, y solo salgo con empresarios adinerados que además de dinero me dan grandes regalos. Y les cuento como fue mi experiencia con un viejo pervertido lleno de dinero.

Soy una niña pequeña con el pelo grande y lacio, un culo muy caliente con una membresía de gimnasio. Y hermosos pechos de silicona, sin mencionar mi linda carita de modelo que enamora a los machos. Y tengo una amiga de la universidad y ella tiene un papá muy rico y travieso.

Y me fui a estudiar a casa de mi amigo antes del examen final. Y noté que su padre me miraba mucho, y yo ya me estaba molestando. Mi amiga fue al baño y su padre bastardo aprovechó para acercarse a mí. Y dijo que sabía con lo que trabajaba por la noche. Que dos de sus amigos ya me habían follado y decían que era sensacional y que él también quería probarlo.

Le di mi número a ese bastardo y concertamos una cita para tener sexo esa noche. Me envió un mensaje de texto revelándome el hotel donde íbamos a tener sexo. Cuando llegué me quedé boquiabierto, era un hotel de lujo digno de una puta de lujo como yo. Fui a su habitación y allí estaba el viejo pervertido en ropa interior esperándome. Entré y las quejas comenzarían.

Viejo pervertido me folló el coño por dinero

Llevaba un vestido muy corto y ajustado para provocar. El bastardo tenía un cigarro y un batidor sentados en la silla. Y me pidió que le hiciera un strip para ponerle la polla bien dura. Y comenzó el espectáculo, me quité los zapatos y mostré mis lindos pies. Luego, muy lentamente, me enrollé y me quité el vestido corto.

Entonces todo lo que quedó fueron las bragas y el sostén que me quité y le tiré en la cara al viejo pervertido. Se volvió loco al ver mis perfectos pechos de silicona y mi culo pinto bien redondeado. Fui a su regazo y el sinvergüenza comenzó a lamer mis tetas y llamarme puta. Estaba fingiendo que lo estaba disfrutando y dejándolo chupar mis deliciosas tetas.

Después de eso me agarró del pelo y me llevó a la cama. Ya comencé a encontrar extraño a este anciano con tal disposición. Luego me dijo que tomó un medicamento especial y estaba muy cachondo. Y me estaba follando con enojo, golpeándome y empujando su pene sin piedad. Estaba gimiendo de dolor porque no pensé que este viejo pervertido lastimaría mi coño.

Y me estaba metiendo pene con fuerza dentro de mi coño que me quemaba y me dolía. El viejo pervertido me tomó brutalmente y me estaba follando el coño de verdad. Me puso a cuatro patas, luego tuve que sentarme firmemente sobre su polla. Y nada hizo que el viejo se corriera, hasta que le hice una buena mamada lenta y se corrió en mi boca. Me sorprendió este viejo, pensé que no era nada, pero me dejó con el coño adolorido.