Chantajeé a la criada y tuve sexo caliente con ella. Hola, soy Pedro, hace poco conté una anécdota del día que mi padre se acostó con la criada y lo vi todo. Ellos follaron en la cocina y yo estaba escondido en el armario y vi todo este sexo entre los dos. La sirvienta se llama Marcela, una traviesa de 26 años que tiene un culo muy grande y caliente. Y me emocioné muchísimo viendo este sexo caliente y tuve que masturbarme viendo todo bien escondido sin que me vieran.
Después de ver este sexo entre mi padre y la criada, fui a mi habitación y me quedé allí, todavía tratando de entender lo que acababa de pasar. Y no voy a mentir, fue muy lindo ver a mi papá follar a la sirvienta, porque esta mujer es muy buena y tenía muchas ganas de tener sexo con ella. Así que decidí que al día siguiente también ofrecería 100 dólares y tendría sexo con esta perra. Me fui a dormir todavía pensando en lo que había visto en la cocina y al día siguiente no fui a trabajar.
Como dije en la historia anterior, el día que vi a mi padre y a la sirvienta teniendo sexo, llegué temprano a casa porque tenía dolor de cabeza. Y al día siguiente llamé a mi jefe y le dije que me iba a quedar en casa a descansar, accedió y me quedé. Mi papá se fue a trabajar y yo fingí que iba a trabajar, pero volví tan pronto como se fue. Marcela ya había llegado y estaba limpiando la cocina, así que respiré hondo, me armé de valor y fui a hablar con ella.
Y sin tratar de decir demasiado y ser lo más directo posible, le pregunté si aceptaría 100 dólares para que tuviéramos un sexo realmente rápido y agradable. Inmediatamente dijo que no y que se suponía que debía respetarla. Insistí, me disculpé y dije que había sido un poco grosero y que primero tenía que ganármela. Seguí tratando de hablar de su vida y saqué el dinero de mi billetera, esta vez le ofrecí 200 dólares y ella nuevamente dijo que no los aceptaría. Así que le dije la verdad, le conté todo lo que vi el día anterior y ella se puso nerviosa.
Me preguntó si podía probarlo y le dije que grabé todo en mi celular, y como realmente vi todo, le describí todos los detalles, poniéndola aún más nerviosa. En ese momento ella se puso de rodillas y me rogó que lo mantuviera en secreto y dijo que estaría de acuerdo en tener sexo conmigo. La llevé a la habitación y ya me estaba sacando el pene, entonces ella empezó a chupar muy rico haciéndome sentir muy excitado. Le estaba tirando del pelo y le dije que frotara sus tetas calientes en mi polla y ella me obedeció haciendo lo que le pedí.
Y la niña traviesa comenzó a sentarse en mi pene y dijo que era muy grande y sabroso. Estaba meneando y besando mi boca y diciéndome que debería mantenerlo en secreto para tener más sexo con ella. Y la perra hasta dijo que si pagaba 100 dolares me dejaba follarle el culo. Dije que pagaría y ella puso mi polla en su culo apretado y terminé corriendo muy rápido. Luego le di el dinero y ahora la perra me tiene que follar cuando yo quiera.
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