Penetré el culo del joven que peleó con mi hijo en la escuela. Mi nombre es Carlo, tengo 39 años y hace un par de semanas me llamaron del colegio de mi hijo. Tuvo una pelea con un joven llamado Eduardo, este joven es gay y mi hijo le hacía bromas y bromas. Y este joven gay terminó pegándole mucho a mi hijo, se lo merecía, pero aun así soy padre y no dejaría que nadie le pegara a mi hijo.
Como Eduardo era mucho más fuerte y un poco mayor que mi hijo, decidí darle una lección. Un día vi pasar a Eduardo por la calle, era de noche, yo manejaba porque tenía que ir al mercado a buscar a mi esposa. Vi a Eduardo caminando y lo llamé, iba a hablar con él para no volver a tocar a mi hijo. Lo llamé a mi auto y vino y dijo que yo era un idiota como mi hijo. Ni siquiera le había dicho nada y el cabrón ya me estaba ofendiendo.
Siguió caminando después de insultarme y lo seguí y le dije que solo quería hablar y no pelear con él. El joven algo impaciente se detuvo y me preguntó qué quería y le dije que se subiera al auto. Él no lo aceptó y siguió entrando, así que entré lentamente y dije que entendía lo que había hecho y que simplemente no quería que golpeara más a mi hijo. Luego se detuvo de nuevo, ya través de la ventana se acercó y me escupió en la cara.
Me puse nervioso en ese momento y aceleré el auto para ir tras este joven de 18 años. Lo acorralé en una calle oscura, bajé del auto y lo agarré del cabello. Intentó darme un puñetazo, pero yo era mucho más fuerte que él, así que logré meterlo a la fuerza en el auto. Rápidamente entré y comencé a torcerle el brazo, el joven me rogó que parara y me pidió disculpas. Así que le dije que no volviera a tocar a mi hijo y me prometió, en ese momento terminé viendo que estaba en calzoncillos.
Así que le dije que le daría una lección, le saqué el pene, le tiré del pelo y lo puse a chuparme el pene. Y el joven empezó a chupar, pensé que estaría triste y enojado por lo que había hecho, pero al joven le empezó a gustar chupar mi pene. Dijo que mi polla era grande y caliente y que la iba a chupar con fuerza. El caso es que estaba buenísimo, chupaba mucho y lo dejé seguir.
Lo que se suponía que era solo un castigo se convirtió en diversión, se quitó la ropa y comenzó a sentarse en mi pene. Y besé su boca y lo dejé rodar sobre mi polla. Hacía demasiado calor este joven sentado en mi pene, su culo era muy apretado y sabroso. Se balanceaba como una prostituta y terminé corriéndome en su culo caliente y lo hice correrse también. Después de eso nunca más golpeó a mi hijo y ahora este joven es mi amante. Era la primera vez que tenía sexo con un hombre gay.
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