Dejo que las mujeres crucen la frontera a cambio de sexo anal. Mi nombre es Kike, trabajo aquí en la frontera entre México y Norteamérica y miles de personas siempre se presentan aquí para cruzar la frontera. Y veo todas las cosas locas que suceden aquí. Y también tengo un pequeño secreto, como tengo este trabajo de ayudar a la gente con información, siempre termino disfrutando mi trabajo a veces. Como por ejemplo, de vez en cuando termino teniendo sexo con algunas mujeres que intentan cruzar ilegalmente.
Y hace como 2 semanas terminé teniendo sexo con una hermosa joven llamada Camila, ella quería cruzar sin documentos. Su amiga que ya vive en Albuquerque, Nuevo México ya lo ha cruzado varias veces y hacemos este intercambio. La dejo pasar y, a cambio, ella tiene muy buen sexo conmigo. Pero ella ya tiene experiencia, tiene 35 años y buen sexo. Ahora Camila es joven, solo tiene 20 años y quiere ganar dinero americano haciendo el mismo trabajo que su amiga. Y para tachar, la amiga de Camila me dio mi número de teléfono para poder negociar con ella.
Pero Camila no era prostituta, trabajaría de niñera y también de camarera en un snack bar de Albuquerque, y para cruzar quería pagar en efectivo. Pero no acepté dinero, le dije que quería sexo y que si no era así no podía contar con mi ayuda. Entonces le dije que esa era la única forma en que podría cruzar la frontera y terminó aceptándolo porque ya no quería quedarse aquí en México.
Y llegó el gran día, ella pasaba y se me presentó, dijo que era Camila y que habíamos hablado por teléfono. Así que la llamé y le pedí que viniera conmigo, la llevé a un cuartito oscuro aquí y le dije que se quitara la ropa. Y la joven de 20 años era realmente hermosa, se quitó toda la ropa muy lentamente y me mostró sus grandes pechos perfectos. Me levanté de la silla y comencé a besar a la joven Camila y ella ni ocultó que no le gustaba.
Pero no me importaba si a ella no le gustaba, le dije que se arrodillara y le metí el pene muy duro dentro de la boca. Y la joven Camila tenia que chuparme el pene y lo chupo de una manera muy caliente, luego la puse sobre una mesa, le abri de piernas y comence a penetrar su coñito caliente haciéndola muy feliz. Luego la saqué de la mesa y la puse a cuatro patas encima de la silla, le escupí en el culo y comencé a penetrar su culo caliente y ella gritaba de dolor y yo estaba cachondo.
Le pedí que se callara y continué penetrando más y más fuerte el culo de la joven Camila. Y después de eso ella se levantó de la silla y yo me senté y le dije que se sentara en mi pene, y con mucho esfuerzo ella se sentó en mi pene y penetré su apretado culo. Terminé disfrutando intensamente y al poco tiempo de que la joven terminara por irse, cumplí mi parte del acuerdo y la ayudé a cruzar la frontera.
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