Me gusta tener sexo salvaje con mi hermana

Me gusta tener sexo salvaje con mi hermana, sé que muchos deben pensar que esto es completamente loco, pero a ella y a mí nos encanta. Mi nombre es Gabriel y mi hermana se llama Yasmim, tengo 22 años y ella solo 18. Y nuestra historia sucedió hace apenas 2 meses y medio, desde entonces hemos tenido sexo casi todos los días. Es algo que nos gusta mucho hacer y desde la primera vez que sucedió no pudimos parar, así que tenemos que dejar que suceda porque es muy delicioso.

Si tienes una hermana hermosa y ella también te quiere, no la dejes sola. Ten sexo con ella, seguro que te gustará mucho, porque es mucho mejor que tener novia. Tener una hermana que tenga sexo contigo es mucho mejor, no hay compromiso, celos ni peleas. Y siempre tienes buen sexo, y como vives en la misma casa, siempre tendrás la oportunidad de tener sexo intenso. Y lo mejor es que tenemos que hacerlo en secreto, nos da una emoción enorme.

Y estaré revelando aquí cómo fue la primera vez que Yasmim y yo tuvimos sexo aquí en casa. Estábamos solos, nuestros padres se habían ido a la casa de un amigo y solo regresarían al día siguiente. Luego hubo una botella de vino, pedí una pizza y llamé a Yasmim para comer y ver una película. Quería ver una nueva película de terror que había salido, pero era demasiado intensa y empezó a asustarse. Después de ver la película fui a mi habitación y Yasmim a la de ella.

Me gusta tener sexo salvaje con mi hermana

Pero luego, mucho más tarde en la noche, Yasmine vino a mi habitación y se acostó en mi cama. La abracé y ella frotaba su trasero contra mí y me emocionaba mucho. Y de repente mi pene se puso duro y Yasmim empezó a frotarlo más y más diciendo que era muy grande y seguía creciendo. No pudimos resistirnos, creo que fue por el vino, de repente se dio la vuelta y terminé besándola en la boca. Yo le quitaba el pijama y ella me sacaba el pene.

Esta sensación de besar a mi hermana y agarrar mi pene con ambas manos era demasiado buena. Luego se metió entre las sábanas y empezó a chuparme el pene. No podía creer que mi propia hermana estuviera haciendo esto, se sentía tan bien y la dejé continuar. Hasta que se levantó y empezó a sentarse en mi pene, entonces me excité aún más. Intercambiamos besos calientes en la boca mientras ella rodaba sobre mi pene.

Me pidió que le sujetara el culo con fuerza y ​​obedecí. Estaba sosteniendo su culo perfecto mientras ella se sentaba lentamente en mi pene, luego se acostó con el culo hacia arriba. Un buen culo y me monté encima y seguí penetrando el coño de mi hermana con cada vez más fuerza. Terminé haciéndola tener un orgasmo muy sabroso y luego le pregunté si podía correrme, ella dijo que no, que era peligroso. Entonces ella estaba chupando mi pene y me corrí en su boca. Después de ese día hacemos esto todas las noches aquí en mi habitación.

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