Tuve sexo con una hermosa travesti y me corrí mucho

Hoy quiero contarles como terminé teniendo sexo con una travesti hermosa y muy traviesa que conocí en la calle. Mi esposa tenía covid y terminé quedándome todo el día y casi toda la noche en el hospital porque tendría que quedarse allí en observación durante unos 2 días. Y como ya era muy tarde decidí buscar algo para comer en las calles de Tijuana. Y terminé encontrando una pizzería abierta y cerca de esta pizzería en la esquina había un travesti muy caliente haciendo un show. Nunca había visto uno tan delicioso como este y estaba emocionado.

Compré mi pizza y cuando llegó la hora de irme, la hermosa travesti me estaba esperando en la puerta de mi auto. Ella vio que me miraba demasiado y vino a ver si quería algo. Le dije que no y ella siguió insistiendo y empezamos a hablar y vi que además de buena era muy buena onda. Y como estaría sola en casa, decidí aprovechar el momento y llevarme a esta putita trans para que nos divirtiéramos. Necesitaba una distracción ya que estuve en el hospital todo el día. La llevé a su casa y el valor del programa era de 200 dólares, decidí pagar porque estaba muy estresada y realmente necesitaba relajarme un poco.

Cuando llegamos a casa la niña traviesa ya me estaba besando y realmente fue un beso muy bonito. Ya se me olvidaba decir, la última vez que tuve sexo con un travesti tenía 18 años, y ya tenía 36 años en esa fecha, así que hacía mucho tiempo que no tenía este tipo de aventuras. Pero este travesti estaba muy delicioso y como iba a tener la casa solo para mi esa noche tenia que disfrutarlo. Y nos estábamos besando y yo frotaba esos enormes pechos y ese delicioso culo pinto. Y la traviesa me tiró en el sofá.

Hermosa travesti se sentó en mi polla

Y nos estábamos besando en el sofá y esta pequeña zorra se sentó en mi regazo y levantó su falda corta y yo agarré su enorme trasero. El culito de esa putita trans era realmente perfecto y yo la apretaba mucho y me excitaba más y más. El bandido gemía y me chupaba el cuello y ya me sacaba la polla donde ya estaba muy dura. Y ella puso su tanga a un lado y se sentó en mi polla y se movía muy sabroso. Estaba muy emocionada de estar recordando los viejos tiempos con este travesti hermoso y travieso.

Y le saqué las tetas y le hice una mamada muy buena. Grandes pechos, siliconados y aún bronceados, tal y como a mí me gusta. Para mí, su cuerpo era más bonito que el de muchos de los jóvenes vecinos que tengo. Y estaba aprovechando al máximo ese momento. Esta traviesa se movía muy sabroso y de buena gana encima de mi polla dejándome muy excitada. Después de eso, le pedí que se quedara a cuatro patas que me iba a follar ese culo caliente aún más. La pequeña traviesa se bajó del top y se puso a cuatro patas sobre el sofá con su gran culo hasta arriba.

Y sujeté perfecto ese lindo culo y comencé a penetrar el culo de la traviesa dejándola loca de lujuria. La bella travesti rodaba a cuatro patas y me excitaba aún más. Ella gemía mucho y me llamaba bastardo mientras yo le penetraba ese delicioso culo prieto a pesar de que ella era una prostituta. Y ya no aguanté más mi cachonda y tuve que correrme en el culo del travieso y lo dejé muy sucio y despellejado porque mi pene es muy grueso. La travesti luego se vistió, tomó su dinero y pidió un taxi para irse. Y la otra noche no pude resistirme y tuve que ir a follármela de nuevo porque estaba muy caliente.