Ahora leerá sobre una locura que terminó sucediendo cuando tuve covid y tuve que quedarme 2 días de observación en el hospital cerca de casa. Y tuve relaciones sexuales con la enfermera lesbiana que era una rubia bonita y muy caliente. Y como soy una jovencita de 19 años muy guapa, esta madura lesbiana no pudo resistirse a mis encantos y acabó practicando conmigo un sexo muy caliente e intenso sobre la cama del hospital. Y me gustó mucho, porque se convirtió en una fantasía erótica y yo era una de las pocas personas en este mundo que tenía sexo intenso en el hospital.
Mi nombre es Bruna y tuve covid y como mis padres tienen dinero me quedé en un hospital privado durante 2 días de observación. Y tenía una enfermera encargada de cuidarme. Su nombre es Janaina y era una rubia muy sexy con grandes tetas que parecía tener unos 34 años, y terminamos acercándonos, demasiado para ser honestos, y fue muy agradable. Y ella no pudo resistirse a mí y terminó perdiendo su profesionalismo y ganando soles en su coño.
Soy abiertamente lesbiana y creo que esta enfermera era una lesbiana oculta. Cada una tiene su momento para asumir el mundo que le gusta chupar coño. Y hablamos mucho de eso hasta que una noche ella estaba de guardia y decidió visitarme durante la noche. El hospital estaba más tranquilo ese día y ella fue a mi habitación para que pudiéramos pasar la noche hablando ya que yo estaba totalmente desvelado y quería hablar con alguien.
Y nos quedamos hablando durante horas hasta que la conversación se volvió más y más acalorada y solo estábamos hablando sucio. Estaba sentada en mi cama y le pedí que se acostara. Ella estaba acostada a mi lado y no me pude resistir, terminamos intercambiando besos intensos y como ella vestía este uniforme de enfermera tuve que actuar y comencé a desabotonar su bata de laboratorio y estaba sosteniendo sus grandes y deliciosos pechos haciéndola delirar. . La rubia me confesó que solo tuvo sexo con mujeres 2 veces en su vida y no tenía mucha experiencia.
Ya comencé a chuparle las tetas calientes en este sexo con la enfermera. Y me metí debajo de las sábanas donde le quité los pantalones y comencé a chupar intensamente su coño caliente. Ella gimió suavemente y sostuvo la almohada con fuerza, se sentía tan cachonda. Y yo chupando cada vez con más intensidad el coñito travieso, aproveché para darle también unos dedos muy sabrosos. Y eso la puso aún más cachonda y tuvo que gemir un poco más fuerte. Todavía toqué el culo y subí para que nos besáramos más.
Y yo estaba frotando mi coño en su coño y estábamos disfrutando muy sabroso y juntos. Me encantaba tener sexo con la enfermera de este hospital de madrugada. Disfrutamos mucho en esta intensa putada y terminé teniendo un poco de sueño. La perra enfermera se fue a por un par de buenos chupitos de café para no dormirse después de esta intensa follada. Después de este sexo caliente quedamos en encontrarnos y ella fue a mi casa y pasé toda la noche chupándole el coño caliente. Y esta vez puede gemir en voz alta.
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