Hoy les voy a contar una historia muy caliente e intensa que tuve con mi entrenador personal. Mi nombre es Rodrigo y soy un empresario en el negocio de telas y gano una buena cantidad de dinero. Y como tengo una rutina muy ocupada, no tengo tiempo para ir al gimnasio. Entonces prefiero pagar para que un entrenador personal privado venga a mi casa y así poder hacer ejercicio de una manera más relajada. Y también odio el gimnasio porque siempre está lleno de gente ruidosa caminando. Así que contraté los servicios de una hermosa rubia y tuve sexo con una caliente entrenadora personal rubia en el gimnasio que tengo aquí en casa.
Normalmente hago ejercicio después del trabajo, a las nueve en punto, es un poco tarde, pero le pago muy bien a esta entrenadora personal rubia y caliente para que salga de su casa. Y ese día en particular tuve una pelea con mi esposa y estaba un poco estresado. La hermosa entrenadora personal vio y me quiso dar un masaje en los hombros para que me relajara y me sintiera menos tensa, y este masaje se ponía cada vez más delicioso y no pude resistir la tentación y terminé besando a esta deliciosa rubia y ella respondió con un beso bien delicioso e intenso.
Como realmente tengo mucho dinero, me di cuenta de que ella no solo estaba haciendo esto por atracción hacia mí, sino también por atracción hacia mi dinero. Y aprovecharía esta situación para tener un sexo agradable y relajante dentro del gimnasio. Y también estaría realizando un fetiche muy agradable al hacerlo. Y acabamos intercambiándonos besos y yo ya le estaba quitando la parte de arriba de la ropa y dándole unas lamidas calientes en las perfectas tetas duras que tiene la perra pío. Nos besamos y ella sacó mi pene y quería chuparlo muy bien.
La traviesa empezó a hacerme un sexo oral perfecto, yo estaba sentada encima de la colchoneta y la traviesa iba cayendo con su boca sobre mi pene y dándome un sexo oral perfecto. Además de ser buena, todavía era muy traviesa y yo disfrutaba que mi entrenadora personal rubia y caliente se la mamara. Después de chuparme mucho, se quitó los pantalones leggy y las braguitas y se desnudó a cuatro patas con el culo delante de mí. Sostuve este enorme culo con ambas manos y comencé a chupar el culo caliente de esta rubia.
Después de dejarle el culo todo mojado le metí un dedo en el coño y otro en el culo y lo fui quitando y metiendo mientras la rubia traviesa gemía muy cachonda. Y decidí que iba a penetrar el culo de esta rubia sucia, le dije que después de eso le daría un regalo. Luego levantó su culo aún más y dijo que podía penetrar su ano sin lujos. Y estaba metiendo mi pene mediano dentro del culo de la hermosa rubia traviesa y ella me pedía más y me llamaba travieso mientras le dejaba el culo todo magullado.
Tuve sexo con mi entrenadora personal rubia y caliente y ella se excitó mucho. Para hacerme 100% satisfecho, esta perra comenzó a sentarse con su enorme culo duro encima de mi pene. Me emocioné mucho con esta zorra meneándose y tuve que penetrar su culo caliente aún más fuerte y no pude soportar más de 10 minutos con esta zorra en mi pene y tuve que correrme intensamente en su culo. Fue un ejercicio muy relajante y desde entonces le he subido el sueldo y hemos tenido sexo casi todos los días.
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