Tuve sexo con un sacerdote bastardo

Mi nombre es Isabel, tengo 20 años y terminé teniendo sexo con un cura cabrón que me puso caliente en su casa y me hizo correrme intensamente con su pene grande y grueso. Y te diré cómo terminó pasando todo. Soy muy callada y siempre he ido a la iglesia, nunca saliendo a fiestas, solo estudiando y yendo a la iglesia porque mis padres también son muy religiosos. Y no quieren que sea como las niñas traviesas de mi barrio. Y yo era virgen hasta que conocí a este cura, Jorge, un señor de 54 años que me quitó la virginidad.

Mis padres eran muy buenos amigos de este sacerdote, ya que era el sacerdote de la iglesia cerca de casa. Y yo estaba teniendo muchas dificultades en física y el padre Jorge dijo que él era muy bueno en física y que él fue profesor de matemáticas y me podía ayudar a estudiar. Y mis padres me pidieron que fuera a su casa todas las tardes a estudiar. Y todo iba bien hasta que un día el Padre Jorge no me quiso enseñar más Física, sino educación sexual y me pidió que me desnudara para que me enseñara en la práctica. Y tuve que obedecerlo porque amenazó con decirles a mis padres que lo estaba faltando al respeto.

El cura bastardo dijo que tenía que quitarme la ropa, que me iba a enseñar ciencias, y que tenía que quitarme todo y comenzó a agarrar mis pechos que son grandes y dijo que estaban muy calientes. Luego comenzó a frotar mi culo y mi coño que todavía tenía pelo y estaba loco de lujuria por eso. Y me dio mucha vergüenza, entonces el cabrón se sacó el pene y me dijo que lo tomara. Obedecí y comencé a sostener su polla, era realmente grande y terminé disfrutando poniéndole la mano.

Tuve sexo con un sacerdote y perdí mi virginidad

El pequeño bastardo dijo que era hora de perder mi virginidad y que él sería el primero. Porque dijo que sería aún más puro si perdiera mi virginidad con un sacerdote. Y, sin embargo, me pidió que lo mantuviera en secreto porque mis padres no podían saberlo. El cabrón me puso en la cama y empezó a chuparme las tetas y hasta dijo que yo era una jovencita muy traviesa y que se llevaría todos mis pecados. Y empezó a chuparme las tetas y fue bajando hasta llegar a mi coño. Y comenzó a chupar intensamente haciéndome muy excitado y loco de lujuria.

Empecé a retorcerme en la cama porque hacía mucho calor ese viejo bastardo chupándome el coño. Y para colmo, ella todavía estaba poniendo su dedo en mi coño haciéndome enloquecer aún más con la lujuria. Y estaba dejando que me tocara y me llamara travieso. Para purificarme aún más y poner fin a mis pecados, el cura bastardo comenzó a penetrar su pene en mi coño. Y fue doloroso al principio, pero él dijo que era por mi bien, y luego se puso muy caliente y comencé a gemir intensamente.

Y así tuve sexo por primera vez con el cura bastardo. El pícaro estaba penetrando mi coño, chupando mis tetas y me hizo tener mi primer orgasmo, estaba loca de lujuria y me sentía como una verdadera mujer. Y desde ese día voy casi todos los días a visitar al sacerdote para que me purifique aún más. Dijo que para estar lista y ser una mujer realmente pura, necesito follarlo una y otra vez. Entonces voy a su casa todos los días para que él pueda cuidar mi cuerpo y hacerme una mejor mujer.