Mi nombre es Ana Julia, tengo 20 años y un médico guarro me penetró el culo caliente. Quería usar silicona porque mis senos son muy pequeños. Y estos procedimientos quirúrgicos resultan muy caros, pero mis padres me ayudarían a pagar. Así que fui al médico para que me hiciera los exámenes y también fijé la fecha de la cirugía para poder tener senos bien grandes. Como tengo un culo enorme también quiero tener pechos más grandes. Y cuando llegué al médico me encontré con una sorpresa, me quería mucho y me hizo una propuesta. Salí de allí con la cirugía programada porque el médico cabrón me penetró el culo.
Cuando llegué ya me tenía echado un ojo por ser una jovencita muy hermosa, analizó mis senos, los tomó y hasta dijo que eran hermosos como eran, pero que si quería mejorar serían aún más hermosos. Y también me pidió que me quitara el resto de la ropa porque tendría que analizar todo el conjunto para ver si la talla que yo quería sería proporcional a mi cuerpo. Me desnudé completamente y me di una cabalgata volviendo loco de lujuria al viejo bastardo. Pasó su mano por mi culo y mi coño y ya sabía que algo andaba mal.
Le dije que no necesitaba hacer eso, que era solo una cirugía de senos, así que solo tenía que mirar mis senos. Entonces el bastardo dijo que yo estaba muy caliente y que si tenía buen sexo con él, solo tendría que pagar la silicona, la cirugía correría por su cuenta si aceptaba la propuesta. Y la cirugía es muy costosa, así que lo pensé por 2 minutos y decidí aceptarla, porque estaría ahorrando mucho dinero haciéndola. Como ya estaba peladinha le dije que viniera y me penetrara muy sabroso. Y se quitaba la bata blanca y se lanzaba al ataque.
Y este bribón se estaba desnudando y me mostró el tamaño de su pene. Realmente grande y grueso y me estaba besando y chupando mis tetas y frotando mi culo. Me giró de espaldas, me hizo quedarme encima de la cama del hospital y empezó a besarme y chuparme el culo y el culo. Con cada lamida de mi culo decía que yo era realmente una nínfula muy caliente y traviesa. Y seguía diciendo que me dejaría con el culo todo dolorido. Tuve que dejar que me penetrara el culo y eso fue lo que hizo.
Agarró un poco de lubricante y comenzó a frotarlo en mi trasero y mi trasero. Me estaba dando dedos intensos en mi ojete y de repente se montó encima de mí y comenzó a penetrar su polla en mi culito. El doctor travieso penetró mi culo con fuerza y tuve que aguantar toda esa polla grande y gruesa metiéndose duro en mi culo. Me dolía mucho pero valdría la pena porque la silicona sería aún más barata y ya no tendría que pagar una fortuna por ella. El sexo anal resolvería todos mis problemas.
Y para completar el cabrón me pidió que me quedara a cuatro patas. Se bajó de mí, hice cabriolas con mi gran culo y comenzó muy lentamente a penetrar mi culito de nuevo. Yo estaba admirando y pasando mi mano por mi culo mientras la polla entraba y salía de mi culo caliente. Doctor travieso penetró mi culo apretado a cambio de una cirugía de silicona. Y después de usar y abusar de mi culo por fin vino, y me fui con el culo adolorido, pero volvería allí a ponerme mis nuevos pechos y sin pagar casi nada.
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