Hoy vas a flipar con este sensacional cuento donde una jovencita de 18 años muy traviesa tiene sexo en un taxi. Mi nombre es Gustavo, tengo 32 años y trabajo como taxista desde hace 5 años. Soy un negro muy alto y tengo un pene muy grande y te voy a decir la verdad. Trabajar como taxista no es solo estrés, de vez en cuando aparecen algunas putitas calientes y todavía quieren tener sexo con nosotros. Y te cuento como terminé teniendo sexo con una hermosa jovencita traviesa que se había peleado con su novio y terminó sentándose sobre mi polla.
Estaba tranquila como todos los días y llegó esta niña traviesa. Se subió a mi taxi y estuvimos hablando, dijo que nunca en su vida había tenido sexo con un hombre negro. Y en ese momento no pude callarme y le pregunté si quería cumplir ese deseo. Seguía mirándome con cara de traviesa y hasta dijo que se peleó con su novio y que estaba loca por engañarlo. Y le dije que podía hacerlo con mi ayuda si quería. Que podríamos engañar a su novio juntos y aún en ese auto.
Ella estaba pensativa, pero antes de renunciar a la idea, ya me saqué la polla y ella estaba mirando esa enorme polla. Tomé su pequeña mano y la puse sobre mi pene para que pudiera sentir lo grande y grueso que era. La joven estaba emocionada y no perdimos tiempo. Nos detuvimos en una calle más tranquila, incliné el asiento del auto hacia atrás y le pedí que se sentara en mi polla. Y la joven cumpliría uno de sus deseos por primera vez. Que era sentarse en una polla negra realmente grande y fuerte. Y decidió hacerlo porque estaba enojada con su novio.
Este joven de 18 años quería experimentar cómo sería un sexo interracial realmente caliente e intenso. Y tenía que darle placer y ayudarla a tener esta nueva experiencia. La niña traviesa se mantuvo muy sabrosa en mi polla y yo estaba cada vez más excitado y ella también. Ya he estado acariciando los pezones de sus pechos mientras besaba su boca. Luego le quité toda la ropa y me divertí chupándole el coño. Y la joven dijo que su novio no la ponía tan caliente. Luego chupé aún más haciendo que la niña traviesa gritara de lujuria dentro de mi taxi.
Y esta chica de 18 años estaba pidiendo mi enorme polla negra. Me senté cómodamente en el asiento trasero y ella se corrió con mucho cuidado, sentándose muy lentamente sobre mi enorme pene que se parece más a un bate de béisbol negro. Y ella estaba sentada y gritando de placer, porque era la primera pistola negra que estaba conociendo y probando. Y le diría que rodara bien y con cuidado para no lastimarse el coño. Dijo que su novio era un tipo pobre y que no era bueno en el sexo. Y que yo era mucho mejor que él.
Entonces le apreté el culo muy fuerte y le pregunté si estaba lista. Ella preguntó para qué y ya le he estado golpeando el coño con un pene. Quería volverme inolvidable y la penetraría con voluntad y mucha fuerza. El resultado de esto fue que la chica nueva se fue a casa con el coño flácido y dolorido. Pero días después me volvió a llamar y estaba deseando que volviera a penetrar su coño con mucha fuerza, porque le gustaba mucho tener sexo conmigo dentro de mi auto.
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