Mi mejor amiga tiene una madre muy traviesa, se llama Marissol, ya tiene 48 años, es una mujer gorda que todavía tiene grandes tetas y un culo enorme. Y tengo que decirte la verdad, soy adicto a esta mujer madura porque me encantan las gorditas calientes. Y me di cuenta de que siempre me miraba con deseo y quería follar conmigo. Hasta que un día me dijo que tenía un regalo para mí, ese mismo día mi amigo se estaba bañando y sus baños son muy largos.
Y su madre aprovechó para acercarse a mí y llamarme para tener sexo. Dijo que el regalo estaba en su habitación y me llamó para que fuera a buscarlo. Sacó una caja del armario y era una flamante entrenadora de lo que siempre quise. Y le pregunté cómo podía agradecérselo y me dijo que con un sexo muy sabroso. La traviesa se puso entonces a cuatro patas sobre la cama con el culo caliente hacia arriba y me dijo que la penetrara. También me dijo que su hijo llegaría tarde a su baño y que tendría mucho tiempo para penetrar su coño y su culo.
Y ella ni siquiera sabía cuánto quería hacerlo. Y ya estaba sacando mi pene y diciendo que la iba a penetrar muy fuerte. La traviesa estaba súper excitada y dejó su culo bien levantado listo para tomar mi polla con fuerza. Estaba frotando mi pene en el enorme culo de la madura y ella gimiendo y saboreando. Decía que su marido no hacía sus deberes y la dejaba siempre insatisfecha sexualmente. Y yo sería el joven que cambiaría esta situación y haría disfrutar a esta generosa anciana.
Estaba excitado por participar en este intenso y delicioso fetiche que sería follar con la madre de mi mejor amigo. Era una deliciosa gordita, con unos pechos perfectos y un gran culo. Y yo sostenía ese culo gordo y caliente mientras le penetraba el coño sin florituras. Ella gimiendo intensamente y mi polla cada vez más fuerte dentro de su hermoso y carnoso coño. Ella a cuatro patas como una perra en celo y yo feo como un perro pervertido penetrando su coño sin adornos.
La mujer madura a cuatro patas gimió intensamente y dijo que si aceptaba ser su amante tendría mucho dinero, ropa de lujo, tenis nuevos y todo lo que quisiera. Y yo dije que aceptaba la propuesta y le penetraba el coño sin adornos. Gritó llamándome travieso y siguió retorciéndose con mi polla entrando en ella muy a gusto. No pudo soportar más estar a cuatro patas y se acostó con el culo en alto. Y me pegué a ella, enterrando mi polla en su delicioso coño. Y ella decía en voz muy baja que se correría en mi grande y sabrosa polla.
Y cada vez penetraba con más fuerza, pero oímos el ruido de la puerta al abrirse. Y tuvimos que correr, me puse la ropa rápidamente y escondí mi regalo para cogerlo más tarde. Y la madre de mi mejor amigo también se vistió rápidamente. Fui corriendo al salón y me quedé allí esperándole como si nada. Luego me fui a jugar a los videojuegos con mi amigo y le dije que me dolía el estómago y fui al baño. Fui corriendo a la habitación de su traviesa madre y la madura a cuatro patas me hizo disfrutar muy sabroso.
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