La camarera del restaurante tiene sexo con todos los cocineros. Me llamo Amelia, tengo 25 años y trabajo desde hace 5 meses como camarera en un gran restaurante aquí en Guadalajara. Aquí trabajan cuatro cocineros muy traviesos, que son muy guapos y fuertes. Un día me hicieron una oferta que no pude rechazar. Cada uno de ellos me daría 200 dólares a cambio de una sabrosa orgía en la cocina después del trabajo. Me daban casi mil dólares y eso era mucho dinero. Tardé unos minutos en pensarlo y acepté.
Necesitaba el dinero, sería sexo con cuatro, pero valdría la pena. Podría pagar todas mis facturas y aún me sobraría dinero para cambiar el teléfono móvil. El mío se rompió y no pude hacer casi nada más que comprar otro. Así que este dinero me ayudaría mucho a tener un nuevo teléfono móvil. Y tener sexo con estos hombres haría que mi situación allí fuera aún mejor, porque siempre querrían darme dinero y nunca me dejarían ir. Sólo tuve que soportar tener sexo con todos ellos al mismo tiempo.
Pero como quería ese dinero dije que lo haría, así que llegó la noche y el jefe se fue temprano como siempre. Y cuando llegó la hora de cerrar las otras camareras y camareros se fueron y yo y estos cuatro cocineros nos quedamos para hacer una orgía dentro del restaurante. Llegaron y en la parte trasera del restaurante hay una habitación que sirve de almacén. Y hay un pequeño colchón para los que están demasiado cansados para descansar un poco. Me arrodillé y me quité la parte superior del uniforme, mostrándoles mis pechos y se volvieron locos de lujuria.
Los 4 chicos traviesos empezaron a sacar sus pollas y yo empecé a chuparlas sin parar. Era la primera vez que hacía esto, tener sexo con más de una persona. Pero como iba a ganar un buen dinero, decidí aceptar. Después de chupar la polla de estos bribones me pusieron a cuatro patas sobre el colchón. Uno de ellos no paraba de meterme la polla en la boca mientras los otros me pasaban las manos por el culo y me metían los dedos en el coño y en el ano. Me estaba poniendo muy cachondo y fueron cambiando de posición hasta que empezaron a penetrarme con sus pollas dentro de mí.
Y dejé que los cuatro cabrones lo hicieran y confieso que cada vez era mejor. Por primera vez dejé que me penetraran el coño y el culo al mismo tiempo en esta escena de sexo caliente. Seguimos haciendo esto durante unos 40 minutos y conseguí correrme intensamente. Al final dejé que se corrieran en mi cara dejándome todo sucio, luego me fui a los vestuarios a ducharme y vinieron detrás de mí. Y de nuevo tuvimos sexo caliente hasta que me fui a casa, con dinero y muy cansada, pero confieso que valió la pena.
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