Me compré un coche nuevo y la vecina quiso tener sexo conmigo y tuve que penetrar su coño perfecto y fue una experiencia muy buena. Mi nombre es Felipe y quiero estar contando aquí a través de este relato erótico lo sabroso que fue tener sexo con una mujer que siempre quise dentro de mi auto. Vivo en Guadalajara y no soy un hombre muy atractivo, soy gordo, peso 117 kilos y por eso las mujeres no me quieren mucho. Y antes de tener sexo siempre tenía que buscar prostitutas.
Pero un día todo esto cambió porque recibí una herencia de mi abuelo y entonces pude cambiar mi vida. Como era hijo único me dejó mucho dinero y acabé reformando mi casa y haciéndola más grande y también me compré un coche de lujo muy bonito. Siempre he estado enamorado de Isabel, una hermosa morena con un gran culo caliente que vive al lado de mi casa. Pero nunca quiso tener nada que ver conmigo porque estaba demasiado gorda.
Pero cuando se enteró de que me había hecho rico, pronto se interesó por mí. Y quería ir a dar una vuelta para ver cómo estaba. Y como siempre quise tener sexo con esta hermosa mujer le dije que se subiera al coche y nos fuimos a dar una vuelta. Le gustó mucho y siguió preguntando por mi herencia, quería saber cuánto había recibido exactamente. Y para hacer un misterio y excitarla aún más le dije que era mucho dinero, cerca de millones, y se interesó aún más por mí. Mientras caminábamos un poco más, ella terminó pasando su mano por mi pene.
Se me puso la polla dura y me dijo que siempre había estado loca por mí pero que nunca se había atrevido. Y escuché esas mentiras, porque ya había intentado besarla varias y varias veces y ella nunca quiso. Pero no iba a discutir, porque realmente quería tener un buen sexo con esta hermosa morena. Entonces me sacó la polla y me dijo que acelerara el coche, así que empecé a conducir más rápido y ella me chupaba intensamente, haciéndome acelerar aún más. Y me estaba haciendo la mejor mamada de mi vida.
Luego tuve que parar en una calle oscura porque tenía muchas ganas de penetrar ese coño. Paré el coche y ella vino sentada en mi regazo e intercambiamos intensos besos donde me dejó chupar sus maravillosos pechos, de tamaño medio y muy duros. Luego pasamos al asiento de atrás donde esta preciosa morena se quitaba la falda y me enseñaba su enorme culo, estaba tumbada con el culo levantado y me dijo que se la chupara y yo le chupaba el coño y el culo.
Después me monté encima de ella y comencé a penetrar mi pene dentro de su coño. Ella gimió y se aguantó. Ella gimió y sostuvo 115 kilos encima de ella. Pero no pudo aguantar mucho más y me pidió que me bajara, entonces le tocó ponerse encima de mí y rodar una y otra vez sobre mi polla. Le daba palmadas en el culo mientras se sentaba y me hacía correrme intensamente. Tuve un maravilloso orgasmo en el coño de esta morena rabuda interesante.
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