Dejo que mi suegra me chupe la polla

Hola chicos, belleza? Te volverás loco con esta historia que voy a escribir para ti. Una experiencia muy grata la que tuve con mi suegra. Tengo 19 años, mi nombre es Marco, y estoy saliendo con una rubia bastante rica que folla caliente.

Pero lo mejor es su mamá, una deliciosa rubia. Su genética es fuerte y buena, madre e hija súper calientes y traviesas. Porque no pude resistir el encanto de mi suegra y terminé dejándolo caer por mi pistola. La traviesa tampoco pudo resistirse a ver el tamaño de mi polla y tuvo que hacerme una buena mamada.

¿Qué sucedió? Tenemos la costumbre de ver películas los fines de semana toda la noche. Yo mi novia y sus padres. Y esa noche mi novia y su papá tuvieron mucho sueño y terminaron durmiendo. Quería ver el final de la película y mi suegra también. Así que nos quedamos solos en la sala, con la luz apagada, viendo una película.

Y de la nada apareció una escena picante en la película, una escena de sexo entre los actores. Y me estaba excitando tanto que no podía controlarlo y mi pene estaba muy erecto. En ese momento mi suegra vio mi polla dura y también termino muy excitada. La miré y la atrapé mirando mi polla.

Dejé que mi suegra me chupara la polla con fuerza y ​​me vine

Así que la miré y la perra estaba muy avergonzada. Le dije que no tenía por qué avergonzarse y que si quería ver mejor podía hacerlo. Ella dijo que sí y saqué mi pene. Mi suegra estaba toda feliz y tomó mi pene con fuerza. Empezó a hacer deliciosas caricias y me masturbaba con sus delicadas manos. Me sostuve tan fuerte para no correrme en sus manos.

Y cuando pensé que no podía mejorar, se le cayó la picardía de la boca. Y estaba chupando mi pene grueso con voluntad. Nunca pensé que haría esto, porque mi novia y su esposo estaban en la casa. Pero no quería pensar en el problema antes de que sucediera. Y yo estaba muy relajada ganando este sexo oral super sabroso.

Yo sujetaba los pechos de mi suegra mientras ella me chupaba el pene como una puta. Ella chupó bien y pasé mi mano sobre esos grandes pechos y apreté el puchero. Ella chupó muy bien, se sentía como si estuviera follando su boca. Y después de tratar de contenerme un poco más, no pude resistirme y me corrí en la boca de la perra. Corrió al baño y se enjuagó la boca y se cepilló los dientes.

Luego vino, me besó en la boca y dijo que se iba a dormir. Me quedé allí todavía sin creer lo que había sucedido. Acababa de recibir una buena mamada de mi perra suegra. Me encantó esta mamada, y después de ese día podría recibir más mamadas de esta perra.