Mi nombre es Juan y tuve sexo con mi tía heredera que fue a ducharse y se olvidó de tomar la toalla. Luego, cuando estaba en mi habitación masturbándome, la escuché gritarme que tomara la toalla.
No podía esperar porque mi pene tardaría un tiempo en ponerse duro y necesitaba llevarle la toalla. Así que estaba todo avergonzado y cuando llegué al baño ella no pudo soportarlo y se quedó mirando mis pantalones porque podía ver el volumen y ver que mi pene estaba duro.
Y se puso aún más duro porque ella estaba desnuda y me volví loco al ver esas grandes tetas mojadas frente a mí. Y terminamos perdiendo el control, entré al baño y estaba besando su boca caliente y ella se fue y me besó mucho también.
Y en el fragor del momento terminó tomando mi mano en mi pene y comenzó a acariciarlo masturbándome muy cachondo. Y no pude resistirme y tuve que agarrar las grandes y deliciosas tetas que tiene. Y en eso seguimos intercambiando besos y caricias muy ricas.
Y mi tío estaba en su cuarto durmiendo porque había llegado muy cansado del trabajo. Y me estaba chingando con su mujer, que por cierto es mi tía. Y luego, después de besarme mucho, mi tía quiso bajar la boca y me hizo un sexo oral perfecto. Muy goloso y estaba chupando todo con su garganta profunda haciéndome aún más excitado.
Así que la jalé del cabello y la coloqué frente al lavabo mirándome en el espejo mientras la levantaba por detrás. Se volvió loca con las pollas calientes que estaba recibiendo en el coño. Tuve sexo con mi tía y ella pensó que era realmente bueno ser follada por su propio sobrino enérgico.
Y esta zorra luego quiso darle un buen rebote a mi barra. Así que me acosté en el suelo de todos modos, sin adornos y la dejé sentarse muy bien en mi enorme pene. Y ella estaba acariciando sus propios senos mientras se sentaba intensamente en mi pistola. Y en el calor del momento terminó gimiendo más fuerte y mi tío se despertó. Entonces ella ya se puso la toalla y salió corriendo del baño mientras yo me quedaba ahí.
Y el otro día dijo que fue sin pensarlo y que nunca más lo volvería a hacer. No duró ni un mes y la perra ya quería más sexo conmigo. Y volví a tener sexo con mi tía y ahora lo hacemos casi todas las semanas.
Y ahora, cada vez que mi tío muggle se va a dormir, me quedo con mi tía traviesa y tenemos sexo intensamente en el baño y en todas las demás habitaciones de la casa. Estos días la pillé de madrugada en la cocina y le llené de rollitos su coñito caliente y la hice disfrutar toda la noche.
Y también un día fuimos a ver una película hasta tarde y terminé llevándola al sofá y follándome su lindo y apretado culo mientras veíamos Metflix. Y cada vez que tenemos la oportunidad todo acaba en sexo entre mi tía zorra de cuerpecito caliente y yo.
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