Me vine en la boca de mi propia madre

Me corrí en la boca de mi propia madre. Quiero contar en detalle todo lo que pasó entre mi hermosa madre y yo. Mi padre falleció hace unos años y nos dejó solos, desde entonces estamos solos mi madre y yo. Y nos acercamos más y más, para ser honestos nos acercamos demasiado. Y un día perdimos el control y tuvimos sexo.

Estábamos viendo la televisión como siempre, era domingo por la tarde y tenemos la costumbre de tumbarnos juntos a ver la tele. Y ese día mi madre estaba diferente, más cariñosa que de costumbre. Me pasó la mano por la cara y me dijo que era hermosa y que era sólo suya. Y puso una película sucia en la televisión y no pude verla sin que se me pusiera dura la polla.

De hecho se puso muy dura y la frotaba contra el culo de mi madre. Se revolvió una y otra vez y gimió llamándome caliente. Y no pude resistirme, mi madre seguía estando muy buena, a pesar de tener 45 años. Y yo estaba completamente seducido por ella y quería tener sexo. Entonces nos dimos nuestro primer beso y me excité y empecé a frotar mis manos en sus pechos.

La safadinha entonces levantó su camisola de encaje dejándome muy excitado. Pues seguía teniendo un culo muy redondo y sabroso, del color del pecado que mi madre me estaba volviendo loco de lujuria. Y no pude resistirme, intenté evitarlo pero acabé penetrando mi pene dentro de su perfecto y caliente coño. La traviesa se volvió loca de placer y quiso rodar.

Y yo golpeaba muy fuerte y acariciaba sus enormes pechos mientras la traviesa gemía y pedía más. Y mi polla se hacía cada vez más fuerte y más sabrosa dentro del coño caliente de mi hermosa y deliciosa mami. Y para hacer este sexo aún mejor mi hermosa madre quería mi polla dentro de su culo. Y terminé penetrando el culo caliente de Pícara en este maravilloso incesto.

Mi madre tuvo un orgasmo muy sabroso y yo también me corrí mucho. Después de ese día nos convertimos en amantes e hicimos un sexo muy sabroso e intenso donde casi todas las noches me tenía que follar a la safadinha para que durmiera bien tranquila. Incluso dejé de salir con amigos porque quería quedarme sólo en casa teniendo sexo con mi traviesa madre.