Me vine intensamente en el culo de mi hermana. Y a ella realmente le gustó que mi pene entrara muy fuerte en su culo apretado y caliente. Hoy les voy a contar todo acerca de este momento caliente e intenso que tuve con mi propia hermana. La traviesa tiene solo 19 años y le gusta ensuciarse, ya tiene fama de ser la más traviesa del barrio y siempre está cambiando de novio. Y tengo 27 años, no vivo con mis padres, ya tengo casa propia.
Y cada vez que mi hermana se emborracha demasiado en las fiestas o se pelea con nuestros padres, vuelve a casa. Incluso tiene una llave que le dejé para que pueda venir cuando quiera. Llevo una vida muy tranquila, tengo una novia hermosa que también trabaja mucho y vive en otra ciudad. Trabajo en una empresa de tecnología, soy alto, fuerte, creo que soy guapo y las mujeres siempre dicen eso. Ya tengo casa propia, carro y vivo en Guadalajara.
Nunca tuve la intención de tener sexo con mi hermana, nunca. Pero un día estaba en casa en mi habitación viendo la televisión. Soy hombre y es natural a pesar de que tengo novia a veces masturbarme. ¿A quién no le gusta la buena pornografía? Había llegado del trabajo, un día agotador, ya era tarde, y quería terminar la noche masturbándome y relajándome, así que me sorprendió mi hermana a la que le gustó mucho lo que vio.
Me estaba masturbando intensamente, subí el volumen de la televisión y de repente mi hermana abre la puerta. Estaba visiblemente borracha, toda arreglada porque había ido a una fiesta. La traviesa se quedó paralizada mirándome, me quedé con el pene y estaba toda avergonzada, le pedí que saliera de mi habitación y ella hizo exactamente lo contrario. Cerró la puerta y vino hacia mí, se sentó en la cama y trató de agarrar mi pene.
Le pedí que se detuviera, pero la niña traviesa se subió encima de mí y me besó y acarició mi polla. Intenté salir, pero para eso tendría que golpearla porque no me soltaba. Así que terminé yéndome y la lujuria creció y me descontrolé. De repente la abracé con fuerza y comencé a besar su boca, ella sacó mi pene, levantó el vestido y metió mi polla en su coño. Estuve penetrando y apretando su culo mientras ella se sentaba sin frescura.
En el fragor del momento se puso a cuatro patas, ese enorme y hermoso culo al aire excitándome mucho. Fui a meter mi pene en su coño y me volvió a sorprender. Pedí en tu culo y me lo puse, estaba demasiado feliz y muy cachondo. Así que la penetré muy fuerte y terminé corriéndome sobre su culo caliente. Dormimos en mi habitación y al día siguiente me desperté con ese remordimiento. Pero ella estaba completamente desnuda a mi lado y pronto volví a estar excitado, como resultado de lo cual terminamos teniendo sexo nuevamente esa mañana.
Se estaba masturbando y la tía quería ayudarlo a usar su coño caliente. Hoy puedes disfrutar de una historia de incesto muy traviesa. Donde terminé teniendo sexo con mi tía, una mujer de 47 años...
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