Mi amigo y su mujer se emborracharon y me los follé a los dos

Mi amigo y su mujer se emborracharon y me los follé a los dos. Así es, terminé penetrando el culo de mi amigo y su maravillosa esposa. Me lo pidieron, después de beber demasiado, estos dos se pusieron muy traviesos y me excité mucho. Terminé haciendo lo que me pidieron y como resultado tuvimos sexo intenso y delicioso en su casa. Mi nombre es Mauricio y les estaré contando un poco de este hermoso día.

Era sábado por la noche, mi amigo se llama Juan y su esposa Marcela, conozco a Juan desde hace 20 años y somos muy buenos amigos. En cuanto a Marcela, la conozco desde que mi amigo empezó a salir con ella, y eso fue hace como 10 años. De esa manera estamos muy cerca, pero no al punto de hacer lo que ellos querían. Un sexo muy sabroso e intenso, nunca imaginé que me pediría tal cosa. Pero terminé haciéndolo porque estaba demasiado borracho.

Siempre he ido a casa de mi amigo a beber con él, antes iba con su mujer y sus hijas. Pero la esposa se fue y las hijas crecieron y tuvieron sus propias familias. Pero nunca dejé de ir a casa de mis amigos, más ahora que estoy divorciada, siempre me llaman para no estar sola aquí en casa. Pero esta última vez que fui allí fue muy diferente. Bebimos mucho y me hicieron una invitación muy diferente.

Mi amigo y su mujer se emborracharon y me los follé a los dos

Mi amigo y yo estábamos sentados a la mesa, su esposa había ido al baño y regresaba vestida únicamente con lencería. Casi me ahogo de la sorpresa, siempre pensé que era muy hermosa, pero nunca la había visto así. Miré a mi amigo y se estaba riendo, no entendía lo que estaba pasando, así que me preguntó si estaba disfrutando ver a su esposa de esa manera. Dije que no y me levanté para irme.

Luego tomó mi mano y me dijo que me relajara, su esposa vino y me acarició el pecho y mi amigo dijo que sería solo nuestro secreto. Entonces su esposa se quitó el sostén y frotó sus senos en mi cara, mi amigo me estaba quitando los pantalones y no pude resistir. Terminé besando a su esposa y el cabrón estaba chupando mi pene, estaba tan caliente que ni siquiera dije nada, solo dejé que todo pasara, en ese momento me di cuenta de lo que querían.

Lo borrachos que estábamos seguiría siendo un secreto solo durante el día. Lo dejamos fluir, me senté en la silla y su esposa comenzó a sentarse en mi polla. Entonces mi amigo también se sentó y lo dejé con un trasero realmente malo. Follaron a cuatro patas, me la chuparon de nuevo. Hasta que terminé corriéndome en la boca de estos dos y se ensuciaron. Después de eso me fui, estaba muy cansado después de ese sexo intenso, pero días después hicimos lo mismo y ahora soy adicta a follar con los dos.