Mi cuñada me la chupo caliente en el carro y tuve un orgasmo intenso. A decir verdad, fue el mejor orgasmo que he tenido, y aquí te cuento cómo acabó pasando todo entre esta chica traviesa y yo. Una rubia de 30 años con buenas tetas y buen culo. Ella es bonita y tiene el pelo largo y rubio, realmente me excita. Pero nunca tuve el coraje de tratar de querer algo con ella. Ni siquiera la felicité en toda mi vida. Porque siempre quise respetar a mi hermano ya ella, por supuesto. Pero un día mi cuñada Alejandra terminó sorprendiéndome.
Era un día lluvioso, mi hermano terminó lastimándose la rodilla en el trabajo y tuvo que llegar temprano a casa. Y él siempre tiene la costumbre de recoger a su esposa en el trabajo, y ese día no pudo hacerlo. Entonces me pidió que la buscara, por favor, y como siempre hago todo lo que me pide, le dije que iría sin problemas. Era hora de ir a buscarla, tomé mi carro y me fui, llegando igual me empeñé en ir a la puerta de su trabajo con un paraguas para que no corriera el riesgo de que se mojara.
Se subió al auto y me agradeció por ser tan cuidadoso con ella y decidió besarme en la mejilla. Estaba muy feliz y en ese momento empezamos a mirarnos de otra manera. Para sorprenderme a la mitad, me hizo una pregunta. Quería saber si me sentía caliente por ella, incluso me atraganté cuando me preguntó eso. Pero decidí decir la verdad y como ella me lo estaba pidiendo, lo haría. Le dije que siempre pensé que era muy bonita, y ella me preguntó si pensaba que estaba buena y terminé diciendo que sí.
Dijo que también estaba caliente por mí y que siempre quería hacer algo. Le pregunté qué y me dijo que en lugar de hablar me lo mostraría. Luego, para mi sorpresa, sacó mi pene aún suave y comenzó a besarlo. No pude negarme, y me quedé en silencio viéndola chupar mi pene que se estaba poniendo cada vez más duro. Y eso la hizo aún más excitada y con ganas de ir a chupar. Dijo que podía seguir conduciendo, que iba a seguir chupando. Conducía muy despacio por la lluvia y ella me chupaba el pene.
Realmente sabía chupar muy sabroso, su boca era maravillosa. Y la niña traviesa estaba usando eso a su favor, estaba sosteniendo mi pene con fuerza y chupando intensamente. Estaba muy entusiasmado con este matón conduciendo y diciendo lo buena que pensaba que era. Hasta que terminé corriéndome en la boca de mi cuñada, ella se tragó mi leche y me miró con cara de picardía. Terminé deteniendo el auto y le saqué los senos y estaba chupando caliente y al mismo tiempo comencé a meter mi mano dentro de su coño.
Y me las arreglé para meter un dedo dentro de su coño y estaba penetrando duro mientras al mismo tiempo chupaba sus grandes y calientes tetas. Y así conseguí que mi cuñada también lo disfrutara, la besé en la boca y luego la llevé a casa. Después de ese día nada siguió igual entre nosotros. Porque terminé yendo más allá y penetrando ese coño travieso. ¿Y tienes una cuñada traviesa que ya ha querido tener sexo contigo?
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