Mi esposo y yo hicimos un buen swing con un par de jóvenes bastardos que aman a una perra. Mi esposo y yo tenemos 40 años y nuestro sexo se estaba poniendo malo. Como llevábamos 15 años de casados, nuestro sexo se iba volviendo rutinario y lo cachondo se acababa. Y para no traicionarnos y tampoco terminar la relación, intentamos hacer algo diferente. Y sugerí ir a una casa swing donde los dos follarían con otras personas.
Estuvo muy pensativo, al principio estaba en contra, pero después de pensarlo un poco más vio que podía ser una buena experiencia. Así que decidimos ir a una casa swing aquí en Guadalajara. Y allí encontramos a una pareja de jóvenes muy traviesos y hermosos que nos miraban mucho. Decían que les gustaba ver gente mayor y que querían experimentar el sexo con nosotros.
Mi esposo vio a esa chica nueva súper sexy e inmediatamente la aceptó. Y vi a ese joven con el pene grande y quise probarlo para ver si ella era todo eso. Fuimos a una habitación más reservada y estábamos súper nerviosos. Después de todo, era la primera vez que mi esposo y yo nos columpiábamos e incluso con un par de jóvenes bastardos. Así que estaba particularmente nervioso.
Cuando llegamos a la habitación, la joven pareja ya se estaba quitando la ropa y yo me mojé mucho viendo a ese joven con la polla enorme. Era aproximadamente el doble de grande que la polla de mi esposo. Y mi esposo estaba muy emocionado de ver a esa nueva chica perfecta completamente desnuda. Y él estaba besando la ninfetinha y poniéndola a chupar su pene. Ya he estado chupando el enorme pene del joven volviéndolo loco de lujuria.
Estaba chupando ese pene gigante y tragándolo entero. Incluso estaba babeando sobre este pene gigante tan caliente que parecía una piruleta gigante. Y cuando miré a mi marido, estaba delirando con la joven zorra cachonda chupándole la polla. Él también gemía mucho con el delicioso sexo oral que estaba recibiendo. Entonces comencé a besar al joven bastardo y quería sentarme en su enorme polla. Y con mucho cuidado me senté sobre ese pene gigante.
Y mi marido ya estaba penetrando el coño de la novia del joven. Sostuvo el culo de la joven mientras ella se movía sobre su polla. Y me senté allí también muy sabroso en la polla gigante del joven travieso. Me abofeteaba fuerte en el trasero y eso me excitaba aún más. Y mi marido también se excitó follándose a la deliciosa jovencita.
Y yo después de sentarme duro en esa enorme polla quería que me tirara del pelo y me follara el ano. Y me estaba golpeando y follando mi culo caliente. En ese momento mi esposo lo miró y le dijo que fuera más lento para no lastimarme. Y le dije que se concentrara en follar a la chica porque estaba disfrutando de mi momento. Y volvió y empezó a follar muy duro a la joven haciéndola gritar de dolor y cachonda.
Y así mi marido y yo hicimos swing con un par de jovencitos traviesos que eran muy buenos en el sexo. Mi marido acabó dejando a la joven con el coño todo magullado. Y tengo el culo bien abierto y magullado también porque la polla del joven era demasiado grande. Disfrutamos mucho de esta experiencia y siempre que podemos repetimos esta experiencia que terminó por salvar nuestro matrimonio.
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