Mi primer sexo con un travesti trasero

Hoy quiero compartir con ustedes mi primer sexo con un travesti de culo muy travieso que vino a mi casa. Y terminamos jodiendo como locos donde me vine mucho. Siempre quise follarme a una mujer trans, pero como estaba saliendo era difícil. Todavía soy joven, solo tengo 25 años y este deseo solo aumentó.

Así que terminé rompiendo con mi novio precisamente porque mi novia me atrapó viendo videos porno de travestis. Así que realmente necesitaba matar este loco deseo que tenía de follarme a un travesti.

Llamé a una prostituta de lujo travesti muy guapa a la que tenía echado el ojo desde hacía meses. Y llamé a la perra a mi casa. Me emocioné mucho esperando, y cuando suena el intercomunicador. Entra una deliciosa mujer trans rubia, de grandes tetas y un precioso culo perfecto.

Me asusté en ese momento y mi pene estaba muy duro al ver a esa hermosa travesti frente a mí. Ya pagué por adelantado y nos fuimos directo a mi habitación. Y luego me acosté desnudo en la cama y estaba admirando la tira de esta zorra.

Mi primer sexo anal con una travesti rubia

Y luego comenzó a quitarse la ropa, se quitó el vestido corto y entallado y quedó solo en lencería. Donde muy lentamente se quitó el sostén y me mostró esas enormes y deliciosas tetas volviéndome loco. Luego, la traviesa se quita las bragas muy lentamente y me muestra su enorme y delicioso culo y su polla aún suave.

Yo mega emocionado con todo esto la llamé a la cama y la traviesa vino besándome bien. Me volví loco con ese beso y ella incluso vino tomando mi polla y me hizo un oral muy bueno. Me chupó mucho el pene y luego se corrió sentándose sobre mi pene.

Y ella estaba rodando con su culo caliente encima de mi polla. Tengo casi 22 centímetros de pene y todo cabe dentro del culo de la mujer trans. Esta travesti traviesa estaba sentada con su culo caliente en mi polla y me corrí una y otra vez. Y logré descubrir que me gustan mucho los travestis, me encanta follar ese culo caliente.

Y esta trans en particular me volvió loca de placer. Sobre todo cuando se puso a cuatro patas y me pidió que la follara. Ella acariciaba su pene mientras yo le follaba el culo. La traviesa gemía mucho y decía que yo era muy bueno en el sexo. Y yo empujando mi pene más y más fuerte en ese culo caliente. Simplemente fue el mejor sexo anal de mi vida.