Penetré el culo de la suegra tetona

Penetré el culo de la suegra tetona y tuve un hermoso orgasmo. Voy a registrar aquí todo sobre el día que terminé sin poder mantener mi pene en mis pantalones. Y terminé teniendo sexo anal con la madre de mi novia. Una mujer preciosa, madurita morena de 50 años que tiene unos pechos preciosos y muy sabrosos. Desde el primer día que empecé a ver a Elisa, mi novia, estuve locamente cachondo por su madre. No es más bonita, pero es mucho más sexy porque tiene unas tetas grandes y perfectas.

Esta historia definitivamente los emocionará mucho porque fue el mejor momento de mi vida. Era un martes por la noche, mi novia tenía que ir corriendo al trabajo. Ella trabaja como veterinaria y tuvo que atender a un cliente que tenía un cachorro que había sido atropellado por un auto. Mi novia está comenzando este trabajo hace un tiempo, desde que se graduó hace un tiempo, comenzó a correr. Tomó el carro y se fue, y me dejó allí en su casa sola con su mamá. estábamos viendo la televisión y ella se acercaba a mi lado. Puso sus manos sobre mis manos y me miró haciendo una cara traviesa. Y eso realmente comenzó a excitarme hasta que ella se inclinó aún más y me dio un beso.

Ella se disculpó conmigo y dijo que no podía controlarlo, como está divorciada, no había tenido relaciones sexuales durante días. Continuó diciendo que había una escena de sexo caliente en la película que estábamos viendo y la encendió. También dijo que ya se iba a la recámara a masturbarse, pero como mi novia se tenía que ir apurada y estábamos solos, eso era una señal. Se sacó los senos y me preguntó si pensaba que eran hermosos. Seguí mirando esos pechos gigantes y terminé poniendo mis manos sobre ellos y le dije que eran muy hermosos.

Luego se sentó en mi regazo y comenzó a frotar sus grandes tetas en mi boca. Dijo que yo era un chico malo y que me iba a castigar, y me besó en la boca, excitándome mucho. La traviesa frotaba sus hermosos pechos en mi cara y me excitaba mucho. Luego se levantó y se quitó toda la ropa y yo también rápidamente me desnudé por completo. Porque teníamos que ser rápidos, después de todo no sabíamos cuándo regresaría mi novia.

Se acostó con las piernas separadas en el sofá y le chupé los pechos gigantes y comencé a penetrar mi pene en su coño. Y la traviesa, toda mojada de lujuria, me arañaba todo el cuerpo y me pedía que me la pusiera más fuerte. Y sostuve sus piernas con fuerza y ​​estaba penetrando su coñito caliente sin adornos. Dejé a esta mega traviesa emocionada, luego se hizo a un lado y dijo que quería un pene en su culo caliente. Siguió untándose los dedos y se lo puso en el culo para lubricarlo. Y poco a poco fui metiendo mi pene en el culo de esta rubia traviesa dejándola muy satisfecha.

Ella gimió fuerte y yo metí y saqué mi pene de su culo. La traviesa estaba acariciando el coño y masturbándose intensamente mientras mi pene entraba en esa traviesa. Me corrí sobre su trasero y tuve que correr al baño porque escuchamos que la puerta comenzaba a abrirse, era mi novia y no podía entender lo que hice. Y por suerte para mí, ella no sospechó nada.