Penetré los culos de mis vecinas gemelas. Nunca había tenido sexo con 2 jóvenes, más aún con mellizos y esta experiencia fue realmente la mejor de toda mi vida. Quiero contarles todo lo que pasó ese día aquí en mi casa. Terminé poniendo cachondas a dos jovencitas y logré correrme 3 veces, era la primera vez que pasaba esto y me gustó mucho. Primero quiero presentarme, soy Jorge, tengo 35 años y soy entrenador personal en un gimnasio de musculación.
No voy a decir el nombre de la ciudad donde vivo porque estas jóvenes son hijas de un hombre muy valiente y él todavía es policía, entonces no puedo revelar nada que las comprometa para que no entienda. en problemas. Una se llama Blanca y la otra Olivia, dos jovencitas morenas muy calientes y traviesas. Tienen 21 años y son mis alumnos, al igual que su padre, y yo soy entrenadora personal y les ayudo en su entrenamiento diario. Y a su papá le gusto mucho, y como vivimos en la misma cuadra siempre voy a su casa.
Y debido a esta proximidad, estas jóvenes no querían ser solo mis alumnas y un día terminé perdiendo el control, así que tuve sexo muy caliente e intenso con estas dos jóvenes. Y les estaré contando cómo pasó todo aquí en mi casa. Era un martes por la mañana, estaba en el gimnasio de musculación donde trabajo y acababa de dar entrenamiento a estas jóvenes. También estaba a punto de irme porque era mi hora de almuerzo y pregunté si las chicas querían que las llevara a casa.
Y en el camino a casa estos dos comenzaron a mostrarme sus pechos haciéndome inmensamente emocionado. Dijeron que esta era la oportunidad perfecta para mostrar sus sentimientos por mí. Una enorme e intensa erección y realmente querían follarme. No pude negarme, de camino a casa froté los pechos de Blanca y dejé que Olivia acariciara mi pene.
Entramos a mi casa y ya en la sala se dirigieron al sofá quitándose la ropa sucia y frotando sus cuerpos perfectos sobre mí. Y yo besándolas a las dos y chupando sus hermosos pechos. Luego saqué mi pene y estas dos jóvenes comenzaron a chuparme la polla haciéndome inmensamente excitado. Fue un sexo oral muy rico e intenso el que me hicieron dejándome muy satisfecha.
Después de que me la chuparon, me senté en el sofá y uno a la vez se sentó en mi pene. Les chupé los coños y se sentaron sin parar. Pasaron 40 minutos sin parar de penetrar y me vine dos veces, una en cada jovencito. Y en la última estaban restregando sus pechos sobre mi polla y me corrí sobre sus lindas caritas dejándolas bien sucias. Fuimos a darnos una ducha y volvimos a follar antes de que se fueran a sus casas.
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