Perdí la virginidad de mi culo follándome a mi jefe. Si tuvieras un jefe muy sexy, ¿te atreverías a tener sexo con él? No oculté mi deseo por mi jefe y terminé teniendo sexo con él. Trabajo en una joyería en un centro comercial aquí en Monterey y terminé teniendo sexo caliente con mi jefe. Como acababa de terminar su matrimonio me interesó. Más aún que tiene mucho dinero, y encima es muy guapo. Como también soy una mujer muy hermosa, decidí intentar tener algo con este chico bueno. Como sabía que le gustaban las mujeres rubias con pechos grandes, yo era la persona perfecta para él.
Pues soy una bella mujer de 32 años, rubia, de hermosos pechos grandes y delgadita. Pensé que realmente estaría interesado en mí, así que decidí actuar. Un día ya se habían ido los demás empleados y aproveché para atacar. Fui a la oficina de mi jefe y le pedí que me llevara a casa. Dijo que mi esposo había viajado y no podía recogerme. Me miró con cara de felicidad y me dijo que me llevaría, me pidió que esperara 20 minutos porque estaba en camino. Nos subimos a su auto y me llevó a casa, estuvimos hablando todo el camino y cuando llegué a casa lo invité a pasar.
Aceptó y tomé un vaso de whisky con hielo y comenzamos a beber. Se estaba relajando más y más y se estaba volviendo menos tímido a mi lado. Como mi marido tardaba mucho en volver de su cita de trabajo, yo podía estar muy cómoda con mi jefe. Necesitaba aprovechar esta oportunidad porque realmente iba a decir, como es guapo y rico, quería quedarme con él y dejar a mi esposo. Así que decidí tomar acción, tomé el vaso de sus manos y me senté en su regazo. Levanté mi falda y comencé a moverme lentamente sobre su gran polla.
Él estaba tratando de besarme, pero yo estaba tratando de provocarlo aún más, y no lo besé. Solo lo estaba mirando, huyendo de sus besos mientras me contoneaba y frotaba mi coño y mi culo en su gran pene que se estaba poniendo cada vez más duro. Para excitar aún más a este granuja, saqué mis pechos y los froté lentamente en su boca. Estaba succionando y apretando mi trasero, y esta vez decidí besar su boca. Eso lo volvió loco de lujuria, se levantó tomándome en sus brazos y me puso a cuatro patas sobre el sofá.
Dijo que siempre quiso follarme, pero como estaba casado tenía que ser fiel a su esposa. Me quitó las bragas y sosteniendo mi culo con ambas manos estaba chupando mi coño poniéndome completamente mojada de córnea. Gemí mucho y comencé a decir que era un cabrón y le pedí que dejara de chupar y penetrar su pene pronto. Luego metió lentamente su pene caliente dentro de mi coño. Y eso me puso locamente cachonda, para provocarlo estaba meneando el culo mientras me follaba a cuatro patas y eso lo estaba excitando mucho.
Poco después dije que quería sentarme con su pene y comencé a moverme de deseo. Él apretaba mis pechos y mi culo, maldiciéndome como un travieso mientras yo rodaba con mucho poder encima de este cabrón. Y así tuvo un orgasmo intenso penetrando su pene caliente dentro de mi coño. Justo después de ese sexo caliente terminamos de beber el whisky y se fue. Terminó regresando con su esposa porque ambos se aman, pero a veces me lleva a casa y aprovecha para quedarse un poco más. Y siempre me pone toda mojada y cachonda, incluso me dio un aumento de sueldo para hacerme aún más feliz.
Dejé que el conserje de la empresa me penetrara el coño y acabé disfrutando intensamente con un sexo hecho sin florituras con este joven bribón. Mi nombre es Carmen y trabajo como secretaria en...
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