Soy un hombre de 62 años que se folló a una chica de 20. Quiero contarles sobre ese maravilloso día, cuando tuve sexo con mi joven vecina llamada Rafaela, una hermosa rubia de 20 años que vive al lado. Soy muy amigo de su padre, quien me considera como un padre ya que yo era amigo de su difunto padre. Vivo en Guadalajara y confieso que estoy enamorado de esta joven.
Todo esto empezó cuando hace unos 4 meses terminé viéndola cambiarse de ropa. La joven se olvidó de cerrar la ventana y yo estaba allí en la ventana de mi habitación mirando la vista y vi a esta joven completamente desnuda. Me emocioné mucho y no pude resistirme, me volví loco y me masturbé viendo cómo cambiaba. Después de ese día comencé a obsesionarme con esta jovencita porque es realmente hermosa y muy caliente.
Un día ya no la recordaba desnuda y ni siquiera traté de verla cambiarse de ropa. La deseaba y quería tener sexo con esta joven, así que un día la llamé a mi casa y le hice una oferta. Ofrecí 600 dólares, como vivo solo porque soy viudo me sobró dinero y como soy viejo y solo quiero disfrutar el resto de mi vida. Así que le ofrecí ese dinero y ella no lo tomó de inmediato.
Tenía miedo de que le dijera a su padre, pero resultó que no se lo dijo. Después de unos días ella vino aquí a la casa y dijo que aceptaría la oferta, pero que el sexo tendría que ser muy rápido, como máximo media hora y ella todavía no tendría sexo anal. Acepté porque tenía muchas ganas de esta chica, soy un hombre de 60 años, y follar con una chica de 20 años era mi sueño y se estaba haciendo realidad. Saqué el dinero de la caja fuerte y se lo entregué a la joven. Luego se fue quitando la ropa muy lentamente mostrando su hermoso cuerpo.
Y después de que se desnudó por completo, vino y me chupó el pene, lo que me excitó mucho. Estaba chupando mi pene sin frescura y todavía frotaba sus enormes pechos sobre él. Me emocioné demasiado y esta perra comenzó a sentarse en mi regazo. Yo estaba besando su boca y ella estaba rodando sobre mi pene, terminé corriéndome en menos de 5 minutos, hacía demasiado calor, esperé un poco y después me dejó follarla de nuevo porque aún quedaban 20 minutos.
Ella se puso a cuatro patas y yo le estaba penetrando suavemente el coño porque soy vieja y no tengo mucho aliento. Penetré sabroso y otra vez me corrí en el coño de esta deliciosa jovencita traviesa. Y después de que volví, ella se limpió y se fue. Ahora estoy enamorado de esta joven y tengo muchas ganas de volver a tener sexo con ella. Estoy esperando a que vuelva a llamarme cuando necesite más dinero y le pagaré lo que quiera por buen sexo.
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