Se lo presté a mi mujer por 100 dólares y lo disfruté demasiado. Voy a contar aquí una historia muy traviesa que nos pasó a mí ya mi esposa. Tengo un amigo que se llama Otavio, le terminó muy bien la vida ya que su padre era dueño de una gran tienda de materiales de construcción. Llevo años trabajando allí y siempre ha sido todo muy difícil, a diferencia de mi amigo. Siempre le fue fácil todo, siempre llegaba cuando quería y siempre trabajaba muy poco. Y un día murió su padre y se convirtió en el dueño de la empresa y comenzó a ganar aún más dinero.
Siempre fuimos muy unidos y ahora que él era el dueño de la empresa hasta me subió el sueldo. Estaba muy feliz y un día lo llevé a mi casa, quería complacerlo y agradecerle el aumento de sueldo. Mi esposa hizo una gran cena y bebimos toda la noche. Como era una ocasión especial, agarré un tequila muy fuerte que tenía guardado para este tipo de ocasiones. Y comenzamos a beber más y más y nos emborrachamos mucho, mucho. Y en ese momento mi esposa y yo fuimos sorprendidos por un pedido de mi amigo.
Dijo que tenía mucho deseo por mi esposa. Quien siempre la respetó, pero siempre estuvo caliente por ella y curioso por saber cómo era el sexo con ella. En ese momento sacó 1000 dólares de su billetera, era mucho dinero y lo puso sobre la mesa. Dijo que ayudaría mucho a las cosas entre nosotros. Iba a negarme de inmediato, pero mi esposa tomó el dinero y dijo que aceptaría. Dije que estaba loca y no estaba de acuerdo con eso. Me llevó a la esquina y me llevó al dormitorio. Y lo dijo de una manera muy seria que lo aceptaríamos.
También me dijo que con ese dinero podríamos hacer un viaje el próximo fin de semana. Y como sería su décimo aniversario de bodas, quería viajar y ese dinero ayudaría mucho. Tomó el dinero y lo puso en el cajón y dijo que sería muy rápido y que estábamos tan borrachos que ni siquiera recordaríamos lo que iba a pasar. Todavía dije que no me gustaba esa idea y ella dijo que no había nada que pudiera hacer al respecto. Tendría que aceptarlo y ella volvió y ya estaba sentada en el regazo de mi amiga. Me quedé ahí mirando enojado y triste, en ese momento hasta el efecto del tequila ya se había desvanecido.
Y mi esposa estaba besando la boca de mi amigo y arrodillándose y sacándole el pene. El bastardo gemía de lujuria diciendo que era la mejor mamada de su vida. No dejaba de mirarme mientras mi mujer le chupaba la polla sin florituras. Poco después se quitó la falda y le mostró su gran trasero y se sentó lentamente sobre su pene que también era bastante grande. Yo ya quería ir a vencerlos, pero como amo a mi esposa tuve que obedecer lo que me pedía.
Y después de eso ella estaba a cuatro patas con su culo caliente en el aire y mi jefe estaba detrás de ella. Y tomó su culo con fuerza y comenzó a penetrar su pene sin frescura dejando a mi esposa muy excitada. Ella gimió de lujuria y le pidió que la penetrara aún más. Y yo miraba todo eso con una rabia inmensa, pero sin poder hacer nada. Hasta que finalmente mi amigo se corrió en el coño de mi esposa y terminaron. Después de ese día no pude seguir trabajando con él por mucho tiempo, porque todos los días me decía que mi esposa era muy amable y que la extrañaba.
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