Mi nombre es Maria Eduarda y tuve buen sexo con un par de viejos cabrones, tengo 22 años y trabajo como prostituta de lujo, porque soy una rubia muy caliente con grandes pechos y un culo enorme. Cobro 300 dólares por un hora de sexo conmigo. Y hoy les quiero contar como fue mi experiencia sexual con 2 personas mayores, de casi 70 años, que me invitaron a un trío muy lindo. Querían probar cosas diferentes en la vida desde que eran muy mayores y uno de los deseos que tenían era tener sexo con una mujer muy caliente.
Y fui a la casa de estos clientes traviesos para excitarlos mucho con sexo hecho sin florituras. Y enloquecieron de lujuria cuando llegué. Me quité mi abrigo grande y solo vestía lencería y ellas dos ya se estaban quitando la ropa y vinieron a besarme y pasar sus manos por mi cuerpecito. Yo muy traviesa le di un beso en la boca al viejo haciéndolo enloquecer de placer. Luego tomé a la anciana con los pechos grandes y comencé a besar su boca caliente y a pasar mi mano por su coño. Luego los llamé a la habitación y me llevaron allí.
Y les pedí a los dos que se desnudaran y se acostaran en la cama e iba a hacer un espectáculo de striptease para ellos. Y yo me estaba quitando la ropa interior muy lentamente y mostrando mis perfectas tetas grandes. Luego me quité el resto y mostré mi enorme culo y mi coño depilado todo delicioso. Y me fui encima de estos dos pequeños bastardos. Mientras se la chupaba al viejo bastardo yo metía mi dedo en el coño de su mujer haciendo que la vieja delicia delirara de lujuria y gimiera intensamente. Se volvió loca de placer con mi dedo entrando en su chochito caliente.
Después de chupársela al viejo me puse a chuparle el coño a su mujer y se la estaba pajeando al cabrón. La traviesa madura comenzó a gemir aún más fuerte porque eran muy sabrosos los lametones en su coño. Ella gemía y se retorcía en la cama mientras yo le chupaba el coño sin lujos. Después de eso ya estaba sentado en la polla del viejo que enloqueció de placer y empezó a chuparme las tetas. Y su esposa vino agarrando mi trasero y besándome la boca. Empezó a poner su dedo en mi culo y llamarme travieso.
Besé su boca y chupé las grandes y deliciosas tetas que tenía. Y decidí bajarme del viejo y le pedí a su mujer que se pusiera a cuatro patas. Yo también nos empezamos a besar mientras el viejo me penetraba el coño con ganas y me daba pistolas muy fuertes. Me daría una palmada en el culo y me llamaría puta mientras besaba a su esposa. Luego se acostó y comencé a poner mi dedo en su culo y chuparle el coño. Y el marido travieso penetrando mi coño con fuerza.
Tuve buen sexo con un par de viejos bastardos y estaban muy emocionados con esta calidad de quejarse. Dejé que el viejo travieso pusiera su polla dentro de mi culo caliente y me estaba volviendo loco de lujuria. Después de eso me senté en la cara de la vieja y dejé que me chupara el coño mientras la traviesa dejaba que su marido la follara. Y estuvimos teniendo sexo intensamente hasta que los dos lo disfrutaron muy bien y terminaron. No pudieron tomar nada más y tomé mi dinero y me fui después de hacer que estos dos se corrieran intensamente.
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