Los albañiles fueron a reformar la casa y tuvimos sexo salvaje. Ya quiero empezar este relato diciendo que no soy ninguna puta, hice esto porque descubrí una traición de mi marido hace años. Y quería devolvérsela porque confieso que nunca pude perdonarle que me engañara. Necesitaba devolvérsela y acabé haciéndolo con 2 fuertes albañiles que me llevaron de la mano. Acabé haciendo doble penetración después de años, la última vez era una joven de 19 años. Fue genial hoy a los 44 años poder tener sexo con 2 al mismo tiempo de nuevo. Y os voy a contar cómo ha ocurrido todo esto aquí en casa, en la cama donde dormimos mi marido y yo.
Mi nombre es Ana, como dije soy una mujer madura de 44 años que vive en la región de Culiacán. Estoy casada y como dije antes terminé siendo traicionada y últimamente mi marido no estaba con la misma potencia que antes y ya tuvo 2 veces que no pudo hacerme tener orgasmos durante el sexo. Recientemente estamos haciendo una pequeña reforma en el baño de nuestra casa. Y los responsables de la reforma eran los albañiles Jorge y Reginaldo, dos morenos fuertes, no muy guapos, pero sí muy fuertes. Y se juntó todo, el tema de haber sido traicionado en el pasado y tener muchas ganas de tener sexo.
Un lunes por la mañana, mi marido estaba en el trabajo y yo trabajo en casa. Soy costurera y tengo un taller en una pequeña habitación en la parte trasera de mi casa. Estaba cosiendo algo de ropa y mirando a esos dos morenos fuertes que pasaban sin camisa. Hasta que me corté el dedo de tan distraído que estaba mirando a esos hombres tan guapos. Me rendí a la lujuria que sentía por ellos y comencé a acariciar mis pechos y mi coño mientras los veía caminar por la casa. No pude soportar hacer eso y fui a hablar con ellos, les ofrecí un café y hablamos.
Y durante esta conversación estaba sentada frente a los dos y empecé a acariciar mis bragas y a levantarme la falda. Ellos miraban y luego yo levantaba aún más hasta quitarme todo el vestido. Entonces llegaron estos bribones ya sacando sus enormes pollas, me tiraban del pelo y me pedían que se las chupara. Agarré esas enormes pollas y empecé a chuparlas con fuerza de voluntad, mientras me abofeteaban la cara. Me apretaban los pechos y me golpeaban en la cara, pero confieso que lo estaba disfrutando mucho. Sintiéndome la puta más traviesa posible, me levanté sujetando sus enormes pollas y me las llevé a mi habitación.
Cuando llegamos a la cama, se tumbaron sin ropa y yo me tiré en la cama y volví a chupar esas enormes pollas. Uno de ellos me puso a cuatro patas y se puso detrás de mí, comenzó a acariciar mi culo y luego me dio una fuerte palmada y dijo que me iba a penetrar muy sabroso. Empezó a chuparme el coño y mientras tanto yo le chupaba la polla a su amigo. El bribón después de chuparme el coño empezó a meter su enorme pene dentro y eso fue muy sabroso. Me dio una bofetada en la cara y la otra en el culo.
Para mejorar lo que estaba ganando el sexo oral dijo que iba a penetrar mi culo sabroso. Y en ese momento los dos empezaron a penetrarme al mismo tiempo, uno de ellos metiendo su gigantesca polla en mi culo y el otro en mi coño. Yo gemía y decía que eran traviesos mientras me machacaban y penetraban sin tapujos. El resultado fue un intenso orgasmo, en el que fui penetrada sin piedad y tanto mi coño como mi culo ardieron mucho. Pero estaba muy rico, al día siguiente me volvieron a llevar, pero les pedí que fueran con más cuidado y así disfrutamos toda la mañana.
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