Le hice sexo oral a mi amigo dentro de la biblioteca

Tuve sexo oral con mi amigo dentro de la biblioteca y se corrió dentro de mi boca. Te voy a contar todos los detalles de ese día loco en el que le di esta mamada caliente por dinero. Mi nombre es Isabela, tengo 19 años y terminé haciéndole una mamada a un amigo mío, un joven muy rico que quería cumplir un deseo sexual, como estábamos en el último año de la escuela que quería conseguir sexo oral en algún lugar público allí.

Entonces tuvo esta idea de hacer esto en la biblioteca y como sabía que yo era muy aficionado al dinero, me llamó para esta misión. Le pregunté cuánto iba a pagar por él y el cabrón dijo que me daría 250 dólares, y tuve que aceptarlo de inmediato porque ese dinero sería muy bienvenido. Y por solo un sexo oral, y aún así lo haría lo más sabroso posible para ser muy rápido y ese dinero habría sido aún más fácil de ganar. Al día siguiente, el bastardo y yo llenos de dinero fuimos a la biblioteca.

Nos sentamos en la última mesa que había, ya que era temprano y no había mucha gente. Entonces sería aún más perfecto, porque cuanta menos gente mejor para mí. Así que estaba acariciando el pene del cabrón, y era muy pequeño, como máximo unos 15 centímetros. El travieso se sacó el pene y se puso cachondo con mi paja caliente, yo lo sostenía con una sola mano ya que su pene era muy delgado y pequeño. Estaba demasiado excitado y yo le estaba dando un masaje muy agradable, y mientras tanto entraba más gente a la biblioteca.

Pero como estábamos en la última silla en el fondo, solo aquellos que miraban hacia atrás verían lo que estábamos haciendo. En ese momento terminé bajando la cabeza y besando el pene caliente de este joven bastardo. Él gemía suavemente y hablaba todo el tiempo de cómo estaba chupando caliente, por supuesto que hablaba muy bajo para que nadie más pudiera escuchar. Me sujetó el cabello mientras yo tragaba con fuerza, logré meter todo el pene dentro de mi boca, ya que no era de los grandes, y eso hizo que el joven travieso enloqueciera de placer.

Estaba pasando su mano por mi culo y yo estaba chupando su pequeña polla rosada. En un momento me pidió que parara porque estaba llegando gente. Y de inmediato me detuve y fingí que estaba leyendo un libro, el joven rico se metió el pene en el pantalón y fingió que también estaba estudiando. Nuestra profesora pasó junto a nosotros, nos saludó y en el estante al lado de ella tomó un libro, apenas ella se fue ya se sacó el pene nuevamente y me pidió que se lo chupara.

Entonces comencé a chupar ese pene pequeño de nuevo y el bastardo me tiraba del pelo y decía que era muy zorra y que mamaba bien. Succioné aún más rápido y el travieso no pudo resistirse, terminó eyaculando dentro de mi boca y tragué leche fresca, tragué todo y hasta lo besé en la mejilla. El cabron me dio el dinero y me fui feliz, en toda esta aventura duro como 10 minutos. Fue el dinero más fácil que gané en mi vida, y aun así cumplí ese deseo sexual de tener sexo oral en un lugar público.