Otro amigo y yo nos follamos a nuestra jefe traviesa y fue demasiado bueno. Hoy les voy a contar una historia muy traviesa que sucedió en mi trabajo. Todo lo que te voy a contar pasó entre mi amigo Pablo, yo y nuestra jefa Joana, una morena rellenita de grandes pechos muy bonitos que quería, además de nuestros servicios en su tienda, unos favores sexuales. Y como ella iba a dar un buen dinero por eso, decidimos aceptarlo.
Todo esto terminó sucediendo porque su esposo, el Sr. Antonio, no estaba cumpliendo con sus obligaciones a la hora de tener relaciones sexuales. De esa manera estaba poniendo muy insatisfecha y nerviosa a Joana, porque siempre se estaba desquitando con nosotros de sus problemas con su marido. Ella peleaba con nosotros todo el tiempo, pero un día se peleó mucho con Antonio, todo sucedió ahí mismo en la juguetería que ella tiene y trabajamos por salarios muy bajos.
Sin embargo, después de esa última pelea que tuvo con el señor Antonio, él dejó de ir allí. Escuchamos rumores de que se iban a divorciar, y ese mismo día Joana cambió el agua por el vino con nosotros. Pero solo conmigo y Pablo, con la empleada Brenda y Mariana ella siguió peleando y siendo grosera como siempre. Empezamos a encontrar este cambio de comportamiento muy extraño con nosotros hasta que unos días más tarde nos llamó a su oficina.
Era casi la hora de cerrar, los empleados se fueron y solo éramos Pablo y yo, fuimos a la habitación de Joana y estaba completamente desnuda. Así es, estaba sin ropa sentada en un pequeño sofá que la tiene, nos pidió que nos sentáramos a su lado, nos sentamos todavía confundidos y nos dijo que teníamos dos opciones. La primera era irse y fingir que nunca pasó y la segunda era quedarse y darle placer a cambio de dinero, y que si a ella le gustaba siempre le estaría dando mucho dinero a cambio de placer.
En ese momento mi amiga comenzó a chupar los senos de nuestro jefe y ella se reía y lo llamaba caliente. Lo pensé un poco más pero cuando la vi tomando un billete de 100 dólares y metiéndolo en su ropa interior me emocioné y comencé a besar al gordito travieso. Ella locamente cachonda no sacó mi pene y puso un billete de 100 dólares en mi ropa interior también. Empezamos poniendo nuestros penes en su boca y acariciando sus pechos.
Luego se puso a cuatro patas y Pablo empezó a penetrar su coño con fuerza y ella me estaba chupando el pene. Luego se corrió sentándose en mi polla y estaba chupando la polla de Pablo poniéndolo muy cachondo. Para terminar este sexo caliente empezamos a penetrar su coño y su culo al mismo tiempo y así se corrió intensamente. Después de ese día todos los viernes esta traviesa necesita recibir mucho pene.
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