Fue de campamento con la escuela y tuvo sexo con el maestro

Fui de campamento con niños de la escuela y tuve sexo. Mi nombre es Alejandra, soy una jovencita morena de apenas 18 años. Delgada, hermosa y de rostro angelical, tengo un culo muy caliente, que llama la atención de mis compañeros de colegio. De hecho, de todos ellos, y como son tontos y lentos, aprovecho para sacar algo de dinero. Y a veces termino teniendo sexo con ellos por mucho dinero. Como son ricos e idiotas siempre me acaban pagando, pero ya os cuento otra aventura.

Acerca de un viaje que hice con la gente de mi escuela, fuimos de campamento. Era la clase de biología y nuestro maestro quería que fuéramos al bosque para poder mostrarnos mejor las especies de plantas e insectos que estábamos estudiando. También íbamos a acampar, eso nunca lo había hecho en mi vida, y me encantó esta nueva experiencia deliciosa que me dejó emocionada. Resulta que después de ir a esa finca, llegó la noche y tuvimos que armar las carpas.

Una vez montadas todas las tiendas, era hora de dormir, pero antes, por supuesto, hicimos una fogata. Nos quedamos cantando y hasta bebiendo un poco para alguien que ya tenía 18 años. Cantamos y comimos malvaviscos y fue realmente genial. Volví a mi tienda y a los pocos minutos se abrió, ya estaba casi dormido y me asusté mucho. Era mi profesor, llegó y dijo que necesitaba hablar conmigo. Me desperté y me sorprendió aún más.

Fue de campamento con la escuela y tuvo sexo con el maestro

Me dio $200 y dijo que se enteró de los rumores que circulaban por la escuela. Que estaba teniendo sexo con algunos de los estudiantes por dinero. Dijo que siempre estuvo interesado en mí, que siempre estuvo muy cachondo y que también quería pagar. Eran 200 dólares, y mi maestro era hasta guapo, así que decidí aceptarlo, cerramos el puesto, tomé el dinero y comencé a besar a mi maestro. Estaba muy emocionado por el beso y yo ya sentía su pene muy duro.

Luego me estaba quitando la ropa y él vino a chuparme los senos excitándome mucho. Después de eso me quité los pantalones, él me quitó las bragas y comenzó a chuparme el coño. Dijo todo el tiempo que yo era muy hermosa y probó mi coño con la boca. Me puso locamente cachonda y seguí pidiéndole que continuara, hasta que sacó su enorme pene y lo metió en mi coño.

El pene de mi profesor estaba demasiado caliente y entraba caliente. Y todavía estábamos en medio de una granja y la noche. Como si fuera un sueño travieso, pero todo era real, y él estaba penetrando mi coño más y más fuerte. Y cuando comencé a sentarme caliente en su pene, terminó teniendo un delicioso orgasmo y le pedí que siguiera penetrando hasta que yo también me corriera sabroso. Luego se fue a su tienda y me dejó sola con el coño mojado.