Tuve sexo con una negra traviesa con un gran culo. Me vine demasiado en ese bonito trasero y te contaré todo lo que pasó aquí. Mi mujer tiene una amiga que se llama Rafaela, es una negra perfecta, dueña de un culo gigante super caliente. Estoy completamente excitado por ella, porque la niña traviesa realmente tiene un hermoso culo, el más hermoso que he visto en mi vida. Para completar, todavía tiene la reputación de tener el mejor sexo anal de la ciudad.
No es prostituta, pero le encanta salir con viejos ricos casados y siempre consigue buen dinero y regalos. Realmente una perra muy traviesa, pero realmente trabaja como entrenadora personal. Por eso su cuerpo está en forma y caliente, por eso yo y todos los hombres de esta ciudad estamos locos por follarnos a esta hermosa negra caliente. Pero en mi caso fue casi imposible ya que soy el esposo de una de sus mejores amigas.
Pero con unos buenos tragos de tequila y 2 billetes de $100 las cosas terminaron cambiando entre esta negra traviesa y yo. Un día estaba muy borracha en una fiesta y mi esposa me preguntó si podía llevarla a casa. En ese momento me asusté, mi esposa estaba cansada, ya era el final de la fiesta. Era el cumpleaños de un amigo suyo, estábamos todos borrachos, especialmente Rafaela. Así que dejé a mi esposa en casa primero y fui a buscar a su amiga.
Nunca había engañado a mi esposa, y Rafaela es su mejor amiga, por lo que confió en nosotros. Y como ella tenía sueño, me pidió que fuera primero a su casa, así que la dejé en su casa y fui a llevar a Rafaela a su casa. Le pedí que se sentara en el asiento delantero y vino, ese día llevaba un vestido corto lo que me emocionó mucho. Saqué 200 dólares de mi billetera y los puse en su regazo, y al mismo tiempo le puse la mano en las piernas y le dije que tenía muchas ganas de follarme a la niña traviesa.
En ese momento estaba muy aprensivo, porque o tomaba el dinero y me jodía o le contaba todo a mi esposa. Pero para mi deleite, la niña traviesa tomó el dinero, lo metió en su bolso y puso su mano sobre mi pene. Aceleré para llevarla a su casa y mientras tanto ella me chupaba el pene excitándome mucho. Llegamos a su casa y ella ya se estaba quitando el vestido y yo le estaba quitando el pantalón porque teníamos que darnos prisa. Y ella ya se vino sentándose en mi pene y yo estaba penetrando su coñito caliente sin florituras.
No podía creer que Rafaela estuviera en mi regazo, dijo que solo haría eso porque estaba borracha. Y ella estaba sentada y besándome la boca, le pedí que le follara el culo y me dejó. Entonces comencé a penetrar el culo de la hermosa mujer negra y ella gemía y me llamaba caliente. Después de estar mucho rato sentada se puso a cuatro patas y en ese momento viendo ese culazo me vine untando su culo y todo su culo de leche. Luego me vestí rápidamente, me despedí de ella y volví a casa y por suerte para mí la esposa ya estaba desmayada en la cama.
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