Estaba ansioso por experimentar el sexo entre hombres. Hacía tiempo que soñaba con sentir el tacto de otro hombre y, por fin, llegó esa noche.
Había visto muchas imágenes y vídeos de sexo entre hombres, pero nada comparado con la realidad. Cuando nos conocimos, fue como si fuéramos dos imanes que se atraían.
Nos besamos como si no hubiera un mañana, y fue entonces cuando empezamos a quitarnos la ropa. Cuando la piel de ambos se encontró, nos invadió un deseo incontrolable.
Nos besamos, chupamos y lamimos de una forma que nunca antes había sentido. Cada centímetro de mi piel estaba siendo tocado con afecto y pasión. Era como si supiera exactamente qué hacer para volverme loca.
Nos abrazamos y nos besamos con fuerza, mientras nuestros cuerpos se unían cada vez con más intensidad. Nuestros miembros se apretaban, provocando una sensación de placer única.
Comenzamos a movernos juntos, nuestros cuerpos calientes deslizándose uno sobre el otro. Mientras nos movíamos como si fuéramos uno solo, sentíamos como el placer aumentaba a cada segundo. Nuestros gemidos de placer eran tan fuertes que todos los que estaban cerca podían oírlos.
Mientras seguíamos moviéndonos de placer, empezó a chuparme tan fuerte que casi me corro. Pero sabía exactamente cuándo parar para volverme aún más loca.
Entonces me subí encima de él, sintiendo su erección presionando contra mi piel. Empecé a moverme lentamente, sintiendo cada centímetro de él dentro de mí.
Nuestros cuerpos se movían como si fuéramos una sola persona. Mi amante me abrazó y me apretó con fuerza, haciéndome gemir de placer.
A medida que nos movíamos, el placer no hacía más que aumentar, y sentí que ya no podía más. Entonces me sujetó y empezamos a movernos aún más rápido, hasta que mi cuerpo se sintió invadido por un intenso placer.
Sentí que mi cuerpo se contraía mientras mi amante también se corría. Nuestros cuerpos seguían moviéndose con deseo, pero era como si el placer se hubiera apoderado de nosotros.
Al cabo de un rato, nuestros cuerpos se calmaron. Permanecimos abrazados y nos besamos cariñosamente. Aquella experiencia fue inolvidable, y supe que no tardaríamos en volver a vernos.
Soy culturista y tuve sexo con mi entrenador gay. Les estaré contando todo sobre ese hermoso día que le penetré el culo a mi entrenador muy rico. Mi nombre es Luiz, tengo 26 años y vivo en...
LEA ESTE CUENTOTengo 19 años y tuve sexo oral con el viejo profesor universitario. Un viejo travieso, de unos 43 años, un poco gordito, de pelo blanco. Su nombre es Sr. Rubens, es profesor de cálculo en mi curso...
LEA ESTE CUENTOPenetré el culo del joven que peleó con mi hijo en la escuela. Mi nombre es Carlo, tengo 39 años y hace un par de semanas me llamaron del colegio de mi hijo. Tuvo una pelea con un joven llamado...
LEA ESTE CUENTOPerder la virginidad del culo gay caliente. Hoy quiero contar aquí mi historia, sobre la primera vez que tuve sexo anal. En el caso fue la primera vez que recibí un pene muy sabroso dentro de mi...
LEA ESTE CUENTOEste Conto ainda não recebeu comentários