Me corrí mucho en mi primer sexo gay. Y fue un sexo muy sabroso e intenso en el que estuve con el culo doliendo mucho. Y os contaré cómo acabó todo y lo sabroso e intenso que fue. Me llamo Felipe, vivo en Guadalaraja y trabajo en la tienda de materiales de construcción de mis padres. Y aquí trabaja un chico de mi edad llamado Pedro, es moreno, fuerte y guapo y desde hace poco he empezado a sentir algo por él. Todo esto empezó cuando un día entré en el baño, y él estaba allí y acabé viendo el tamaño de su polla.
Era muy grande y bonito y me emocioné mucho. Fue la primera vez que ocurrió y me di cuenta de que era gay, y que me gustaban los hombres y no las mujeres. Y un día mis padres viajaron y me dejaron a cargo de cerrar nuestra tienda. Y le dijeron a Pedro que se quedara conmigo y me ayudara a cerrar todo. Y ese día, cuando estábamos cerrando la tienda, Pedro se acercó por detrás, me abrazó y me dijo que sabía que me gustaban los chicos. Me sentí muy avergonzado y lo dejé y el bastardo vino a por mí.
Y de nuevo me abrazó, pero esta vez sentí que su polla estaba muy dura y me tocaba el culo. Me besó en la mejilla y me dijo que a él también le gustaba penetrar los culos de los hombres y me dijo que llevaba unos días deseándome y que tenía muchas ganas de meterme la polla en el culo. En ese momento estaba muy excitado, me di la vuelta y empecé a besar su boca. Y me besaba y me apretaba el culo y eso me excitaba mucho. Entonces sacó su pene y me dijo que lo chupara. Era la primera vez que chupaba una polla y era muy sabrosa.
Después me desnudé y me puse a cuatro patas con el culo en alto. Y Pedro empezó a chuparme el culo y dijo que lo disfrutaría mucho. Estaba nerviosa y temía que me doliera mucho, pero me dijo que sólo me dolería un poco. Entonces sentí que su polla entraba y me desgarraba el culo y le pedí que parara. Esperamos un poco y continuó e intentó meterse aún más y de nuevo le pedí que parara porque su polla era demasiado gruesa. Y el culo me dolía demasiado. Pero al cabo de un rato empezó a ponerse sabroso y le dejé ir penetrando y nos corrimos intensamente. Después de ese día empecé a sentarme en su polla todo el tiempo.
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