¿Qué te parece leer ahora mismo una historia erótica sobre un profesor y un alumno? Vas a disfrutar mucho cuando empieces a leer sobre el día que pasé el final de la mañana follando el culo caliente de mi alumna pelirroja. Una blanquita muy traviesa que me mató de lujuria y hasta me hizo darme cuenta de un viejo fetiche que siempre tuve. De follar a mi estudiante dentro de la escuela. No fue en el salón de clases como yo quería, pero logramos tener un muy buen sexo en un cuarto viejo donde guardan las escobas y pelotas para las clases de educación física.
Mi nombre es Gustavo Ojuela, tengo 38 años, soy profesor de lengua mexicana y doy clases a jóvenes de 18 años. Ya están a punto de ir a la universidad y son muy inteligentes. Y hay una estudiante, Claudia, una preciosa pelirroja de 18 años que tiene una preciosa melena pelirroja y sin duda un delicioso coño pelirrojo. Siempre tuve sueños eróticos con ella y terminé haciendo ese sueño realidad. Por dos motivos, el primero es que me lo quiso regalar, ya que sigo siendo un viejito muy guapo. Y la segunda razón es que casi tenía que repetir mi historia nuevamente debido a sus calificaciones de pelirroja.
Vi que me miraba mucho en las últimas clases y un día vino a pedirme que la ayudara a salir bien en mis exámenes. Y la tentación era mayor porque ella me provocaba y se acercaba mucho a mí, casi besándome. Y no me pude resistir, le dije que un sexo resolvería su problema. Y la safadinha estaba toda feliz cuando le di esa solución, y ella quería follarme allí mismo. Pero le dije que no había manera allí, sino que podíamos ir a un lugar más privado.
Tomé la llave de esta habitación donde se guardan las cosas de la vieja escuela y fuimos allí. Primero yo y luego vino ella, para no correr el riesgo de que nadie sospechara. Y cuando entré en el cuarto oscuro ya estaba cerrando la puerta y yendo hacia el nuevo. Y me pasé la mañana follándole el culo a mi deliciosa alumna pelirroja.
Esta joven se quitó la ropa y me mostró un hermoso cuerpo blanco y muy sabroso. Perfectas tetas duras y un buen culito pero mucho pastel. Y su coñito con pelitos rojos que me volvía loco. Nos besamos y me hizo una mamada muy bonita sin florituras. Succionó todo con su garganta profunda, incluso mis bolas. Entonces el bandido todavía quería que le chupara el coño. Y caí sobre ese coño rojo haciendo que la joven se mojara mucho.
Después de unas mamadas muy ricas en el coño de mi alumna, es hora de hacer lo que siempre quise. De follarle el culo a mi alumna traviesa y dejarlo todo desollado. Y ella me pidió que le escupiera el culo caliente y se emocionó mucho. Y escupí y le metí todo el dedo en el culo. Esta joven traviesa estaba mega emocionada con el dedo meñique metiéndose en su culo caliente.
Luego me miró con cara de traviesa y me dijo que le metiera el pene. Y con mucho cariño y cuidado fui penetrando todo mi pene dentro del ano de la deliciosa pelirroja. Se emocionó mucho y yo le estaba follando el culo en el suelo del cuarto oscuro. Esta joven gimió muy suavemente y le follé el culo como si fuera una puta joven. Y después de follar mucho ese culo terminé llenándolo de semen. La joven incluso me pidió que le acariciara el coño y terminé disfrutando yo también.
Luego nos vestimos, nos besamos y nos separamos. El otro día la joven ni siquiera fue a clase, la llamé y la traviesa dijo que le había hecho daño en el culo. De eso se trata de follar el culo de la joven estudiante que aún no tiene experiencia en el sexo anal.
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