Agente penitenciario femenino sentado en la polla del matón. ¿Qué harías si tuvieras a un hombre muy caliente en la cárcel listo para llevarte? Me llamo Sandra y trabajo desde hace 5 años como agente en un centro penitenciario aquí en el interior. Como la ciudad es pequeña incluso yo siendo mujer termino ocupándome del ala masculina también. Por supuesto que esto no puede ocurrir, pero ocurre. Y acabé aprovechando una madrugada en la que estaba muy estresado. Había tenido una pelea con mi marido y estaba hecha un manojo de nervios.
Y había un tipo en la cárcel por ligar con viejas ricas que estaba muy bueno y a mí me gustaba mucho. Y hay una celda en la que no se aloja nadie, está cerrada con cortinas oscuras y sirve como un pequeño motel en el que algunos reclusos que se comportan y llevan más tiempo allí acaban alojándose con sus esposas. Me pasé una hora casi debatiendo si llevarle allí o no. Y no pude resistirme, lo llamé, lo esposé y lo llevé a la celda del motel. El bribón ya entendía lo que quería y ponía una cara de picardía.
Dijo que quería unos paquetes de cigarrillos y unos caramelos, que si se los daba tendría el mejor sexo de mi vida. Le prometí que le daría estas cosas y el granuja vino besándome, me pidió que le quitara las esposas y lo hice. Ai puta rodó según donde el bribón sujetó mi culo con fuerza y comenzó a besar mi boca y fue quitando la parte superior de mi ropa. Empezó a chuparme las tetas sabrosamente y me llamaba traviesa mientras besaba esa boca caliente. El bribón me quitaba el fondo y me tiraba en la cama. Yo estaba a cuatro patas y él vino a chuparme.
Se me puso la piel de gallina y tuve que gemir suavemente porque era demasiado sabroso. Este bribón me cogió por el camino y estuvo dando huellas y lametones y sabrosos en mi coño. Entonces su polla entraba con todo dejándome toda mojada. Golpeaba con facilidad y me daba bofetadas, me sujetaba con fuerza por la cintura y su polla macetaba mi coño con facilidad. Esto sí que era un polvo caliente y el muy pillo no estaba para bromas, estaba consiguiendo todo incluso dejándome todo mojado.
Hasta que terminé disfrutando de lo sabroso y me emocioné mucho. Esperé un poco más y empezó a follarme de nuevo. Me cogió de lado y empezó a machacar mi coño. Me dijo que estaba deliciosa y que hacía días que no me follaba y que necesitaba follarme más. Y sostenía mis pechos con fuerza y golpeaba con facilidad en mi coño. Me puso tumbada boca abajo y se subió encima de mí, golpeando su polla con mucha fuerza, dejándome toda mojada.
Golpeaba sin parar y me llamaba caliente. Sujetaba mi culo y se sacudía con presión, yo estaba toda mojada me acariciaba el coño mientras esta polla entraba con todo. Luego me puso a sentarme y yo estaba rebotando y saboreando su polla. Y de nuevo acabé disfrutando de la polla de este cabrón y como me dejó toda excitada le hice disfrutar sabrosamente y me ensucié. Luego volvió a su celda y yo me quedé todo flaco recordando lo que había hecho hacía poco tiempo. Y al día siguiente llegué a casa incluso con las piernas temblorosas después de este sexo caliente.
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