Pasé una tarde entera teniendo sexo con mi profesor de natación y ahora mismo te emocionarás mucho leyendo esta historia completa. Mi nombre es Brenda, tengo 18 años y me encanta nadar en mi tiempo libre. Mi rutina básicamente es la siguiente, me levanto temprano, voy a la escuela, vuelvo y voy a la clase de natación, paso un par de horas allí y luego me quedo en casa toda la noche. Y los fines de semana me gusta salir con mi novio y disfrutamos todo el fin de semana juntos porque el vive en otra ciudad y solo puede venir a visitarme los fines de semana.
Y una de las mejores partes de mi día es la clase de natación. Donde termino haciendo ejercicios, sacándome el estrés y veo a mi profesor, un señor de 40 años muy caliente, alto y guapo. Pero como está casado y ama a su esposa, nunca intenté tener nada que ver con él. Pero ese día, todo cambió. Se peleó con su esposa y estaba algo triste, al terminar la lección de natación esperé a que todos se fueran y me quedé con él, le dije que lo ayudaría a guardar las boyas. Y luego le pregunté qué pasó y él se desahogó diciéndome que su esposa quería el divorcio que prefería a su jefe solo porque es muy rico.
Estaba triste por él, pero también feliz porque ahora el camino estaría despejado para intentar follarme a este bastardo. Tengo novio como dije arriba, pero mi profesora de natación es mucho más guapa y más caliente. Además, todavía tengo el fetiche de tener sexo con él y no me importaría engañar a mi novio para tener sexo con mi profesor de natación. Y me acerqué a él, lo abracé y le dije que no estaría solo, y que siempre que quisiera contar conmigo estaría a su lado. Y en ese abrazo, el clima se calentó y nos besamos.
Y en esos besos ya estaba sintiendo su polla subir, porque yo estaba en bikini y él solo en bañador. El clima se puso muy caluroso y ya me quité la parte superior del bikini y le mostré mis grandes tetas haciéndolo muy emocionado. El bastardo comenzó a chupar mis tetas calientes haciéndome excitar. Luego se quitó el bañador y pude ver esa enorme polla, muy sabrosa y gruesa. El cabrón se volvió loco de lujuria y yo he estado sujetando ese enorme pene y chupándolo con ganas. El bastardo estaba muy emocionado de ganar esta mamada golosa.
Tener sexo con mi profesor de natación en la piscina fue la mejor experiencia que he tenido. Y después de chupar intensamente la polla del travieso, es hora de que me penetre muy sabroso. Me quité las bragas y él me abrazó y comenzó a poner su gran polla gruesa dentro de mi coño. Estaba desgarrando mi coño con su enorme polla. Y me agarré a su regazo, el cabrón me agarraba el culo y me penetraba el coño cada vez más. Me llamó travieso mientras su polla entraba en mí de buena gana.
Luego me di la vuelta, metí el culo y su polla siguió entrando aún más fuerte y yo estaba loca de lujuria. Estaba gimiendo muy bien ya que solo éramos él y yo en esa enorme piscina. Y la polla entraba en mi coño intensamente. Luego nos quedamos al borde de la piscina y yo continué con el sexo, sentándome muy bien sobre el rabo gigante de la traviesa. Teniendo sexo con mi profesor de natación que me hizo correrme intensamente con su enorme y gruesa polla. Fue el mejor sexo de mi vida y ya ni siquiera podía seguir con mi novio porque todo lo que pensaba era en mi maestro.
Me llamo Aline, tengo 32 años, estoy casada y soy profesora de inglés en un colegio público aquí en Guadalajara. Y quiero contarles cómo terminé haciendo un polvo loco con 4 jóvenes y traviesos...
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