Engañando a mi esposo con la gran polla de seguridad

Este cuento de traición realizado hace apenas 2 semanas te emocionará mucho y por supuesto, te pondrá muy caliente. Porque soy una hermosa mexicana de 32 años y estoy casada con un megaempresario del negocio de la moda que tiene mucho más dinero. Pero termina trabajando mucho, y siempre me deja mucho solo. Antes de casarnos, solía follarme todo el tiempo, pero el trabajo aumentaba y el sexo conmigo disminuía cada vez más. Incluso pensé que me estaba engañando, pero luego me di cuenta de que estaba trabajando demasiado.

Pero no fue mi culpa, él tenía la obligación de ponerme caliente y volverme loco con el sexo casi todos los días. Y como no me estaba jodiendo me acerqué más y más a la seguridad que puso para cuidarme mientras viajaba fuera del país. Y me empezó a gustar este guardia de seguridad que es una morena muy fuerte y traviesa. Y un día terminé peleando con mi esposo y el guardia de seguridad vino a ayudarme y terminó follándome.

Aprovechó este momento que estaba nervioso y vino pasando su mano por mi cabello. Luego besar mi cara hasta que no pude resistirme y me entregué a este pequeño bastardo. Y luego empezó a besarme en la boca ya desabrocharme la blusa y al ver mis tetas se le puso el pene bien duro. Lo sacó y me pidió que le arrancara las grandes tetas que tengo en su pene. Y en el fragor del momento terminé haciéndolo y aun así continué con una muy buena mamada. Y estaba encantado con mi lactancia profesional.

Poniendo los cuernos a mi marido débil en la cama

Como estaba odiando a mi esposo en ese momento, el guardia de seguridad podría hacer lo que quisiera conmigo. Y lo hizo, después de que chupé ese pene grande, el travieso comenzó a chuparme las tetas, me quitó la falda corta y me estaba chupando el coño. No pude resistir ni 5 minutos y me corrí en su boca. Y se untó la boca con miel y siguió chupando para que me corriera por segunda vez. Y para colmo, incluso tocó mi trasero, metió su dedo más grande dentro de mi delicioso culo apretado.

Y en ese momento vi que se disponía a follarme el culo. Me escupí en el dedo meñique y me lo metí por el culo para lubricarlo bien. Y después de chuparme mucho, este bastardo comenzó a poner su gran pene dentro de mi bonito y apretado culo. Y decía que follaría muy despacio para no dejarme con el culo magullado. Y dejo entrar con ganas este pene muy grande y sabroso dentro de mi culo suave y caliente. Estaba muy caliente y luego le dije que me follara el coño.

Como quería disfrutar mucho le pedí que se concentrara en mi coño y la follara duro. Y luego me senté muy bien en su polla y comencé a rodar sin lujos, dejándolo muy satisfecho. Estaba sentado muy duro y mi culo movía su gran pene. Y se encendió con el sonido de mi culo golpeando su pene y sus bolas. Y después de que penetró mi coño lo suficiente, terminé viniendo y un rato después también entró en mi coño ensuciándome con semen. Y así terminé engañando a mi esposo con el guardia de seguridad travieso.