Me llamo Rachel y voy a contaros cómo acabé teniendo un sexo lésbico muy sabroso en el probador de la tienda. Trabajo en una tienda de lencería de lujo aquí en el centro de Tulum. Y un día llegó una hermosa clienta, una mujer madura de unos 40 años, toda hermosa y caliente. Y como soy lesbiana y adicta a los coños estaba toda excitada con esta deliciosa mujer madura.
Y fue al probador a probarse ropa interior y a la hora me llamó para ver si le quedaba bien en su cuerpo. Estaba todo mojado y cachondo viendo a esa hermosa mujer madura en lencería. Tenía unas tetas enormes y un buen culo. Y necesitaba hacer mucho más que mirar a esta hermosa mujer traviesa. Y tuve que atacarla e ir a por ella. Perdí el control y cuando vi que ya la había besado en la boca.
Y nos pillaban en este camerino, era pequeño pero servía para tener un buen sexo. Y estaba besando la boca de esta chica traviesa y ella gemía y saboreaba. Y yo ya estaba sacando sus grandes pechos y estaba chupando intensamente dejando a la traviesa loca cachonda. Ella gemía y callaba mientras yo lamía sabrosamente esas perfectas y grandes tetas.
Y estaba chupando esos sabrosos y grandes pechos y gimiendo traviesamente en mi oído. Me dijo que su marido llevaba días sin tener sexo con ella y que estaba muy excitada y loca por el sexo. Y nos quedamos allí, dos lesbianas muy traviesas teniendo sexo en el probador de la tienda. Y después de chupar esos enormes pechos me agaché y empecé a chupar el caliente coño de la traviesa.
Luego se tumbó en el suelo y allí que estaba chupando aún más su coño. Seguía metiendo mi dedo en su coño para que la traviesa se excitara aún más. Ella gemía y saboreaba y me pedía más y yo chupaba más cachondo. Y decidí meterle el dedo en el culo y entonces la traviesa se excitó aún más en este intenso puteo realizado en el pequeño probador.
Para excitarse más en este polvo lésbico en el probador. Decidimos hacer un 69 muy sabroso. Donde me senté con mi coño en la cara de travieso y tengo mi boca en su coño. Y uno estaba lamiendo el coño muy sabroso del otro y el travieso casado acabó disfrutando primero. Entonces yo también vine y la hermosa rubia se enamoró. Y al día siguiente terminamos yendo a un motel donde tuvimos sexo toda la noche.
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