Si tienes una hermana buena sabrás muy bien de lo que hablo. Es un pecado tener una hermana buena y no poder follarla porque tiene la misma sangre. Y no pude resistir esa tentación. Pillé a mi hermanastra masturbándose y tuve que ayudarla a terminar el trabajo. Y terminamos teniendo sexo en su habitación durante la noche.
Todo comenzó cuando tuve que mudarme a la casa de mi padre. Se casó con otra mujer y ella tuvo una hija de 18 años. Yo tenía 19 años cuando esto sucedió. Y cuando vi a mi media hermana enloquecí de lujuria. Una hermosa jovencita de cuerpo pinto muy sabroso. Delicioso bajito con un culazo muy grande, todo perfecto.
Y llegamos a conocernos y crear intimidad. Y pude ver que ella me miraba diferente, especialmente cuando me vio sin camisa. Y un día tenía muchas ganas de orinar y fui al baño de madrugada. Y escuché gemidos provenientes de la habitación de mi hermanastra. Tenía demasiada curiosidad, miré por la cerradura de la puerta y la vi masturbándose muy sabroso.
Ella gemía mucho y seguía retorciéndose en la cama. Ella estaba viendo porno en su celular mientras acariciaba su coño. Y me quedé allí admirando a mi media hermana desnuda teniendo un gran placer. Y me emocioné tanto que sin querer perdí el equilibrio y me estrellé contra la puerta. Y se abrió y casi me caigo al suelo. Y ahí estaba mi hermanita toda desnuda.
Me levanté y me quedé mirándola desnuda toda avergonzada tapándome con la manta. Y mi polla estaba realmente dura en ese momento y me di cuenta de que ella estaba mirando. Me armé de valor y cerré la puerta, seguí mirándola y me acerqué a la cama. Y le pregunté si quería ver mi pene y si quería ayuda para terminar la masturbación. Y lo que más deseaba terminó sucediendo.
Mi hermosa hermanita se me acercó, me sacó el pene y empezó a chuparlo. Yo estaba muy feliz y emocionado en ese momento. Con esa deliciosa nínfula chupándome el pene. Mientras tanto, acariciaba sus deliciosos senos pequeños. Y ella chupándome la polla y mirándome con su cara de zorra.
Continuando, se acostó en la cama, abrió las piernas y me llamó. Estaba metiendo mi pene en su coñito y la estaba follando con deseo. Atrapé a mi media hermana masturbándose y tuve que follármela caliente. Ella estaba disfrutando de mi polla viniendo mucho mejor que el edredón de goma. Y yo amando follarme a la jovencita traviesa en lugar de masturbarme viendo porno.
Y esa madrugada la estaba besando y chupando por todos lados. Y empujando mi pene con voluntad dentro de su coño. La hice correrse muy caliente esa noche y ella me obligó a mí también. Y desde ese día hemos estado teniendo sexo todas las noches. El incesto estaba garantizado la noche, incluso dejé de salir con amigos solo por ella. Tuve que mudarme para estudiar en el extranjero, así que solo nos vemos a veces, pero el placer y la calentura siguen siendo los mismos.
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