Dejo que un policía gay me chupe la polla para dejarme ir

Dejé que un policía gay me chupara la polla para que me dejara ir y os contaré todo lo que pasó entre este travieso adicto a chupar pollas de jóvenes sinvergüenzas y yo. Me llamo Roger Lima, tengo 25 años y los fines de semana suelo salir con los amigos y beber mucho y a veces conseguimos una mujer muy caliente para tener sexo el resto de la noche. No siempre lo conseguimos, pero al menos podemos emborracharnos y disfrutar de la noche. Y esa noche salía del club con mi coche y confieso que estaba borracho.

Y volviendo a casa un coche de policía empezó a seguirme y me pidió que me detuviera. Aparqué y supe que me pondrían una multa y que tendría que irme en taxi. Cuando el policía se acercó a mí, me pidió el permiso de conducir y la documentación del coche. Le mostré todo y vio que estaba muy borracho. Pensé que su siguiente paso sería pedirme que me bajara del coche y me pondría una multa y pediría que me quitaran el coche y tendría que coger un taxi. Pero acabé siendo sorprendido por este hombre, se subió al coche en el asiento de al lado.

Me dijo que mi situación era mala, que perdería el coche y que igual me pondrían una multa por conducir borracho. Pero continuó diciendo que podía ayudarme si le hacía un favor. Y me dijo que lo que iba a decir en ese momento no lo podría compartir con nadie, que él sabía quién era yo y que me arrepentiría si se lo decía. Luego dijo que estaba casado con una mujer hermosa, pero que a veces le gustaba ser gay en secreto y que realmente quería chuparme la polla. Continuó diciendo que si aceptaba me dejaría ir sin multa y aún con el coche.

Fui muy considerado, soy un hombre y nunca he tenido sexo con gay pero no pude evitarlo y dejé que me la chupara porque no podía perder mi coche y mucho menos aguantar una multa. El cabrón entonces me sacó lentamente la polla, estaba muy blanda más aún que yo estaba demasiado nervioso en ese momento. Me acariciaba la polla y la besaba, luego empezó a chuparla, muy despacio mientras la masajeaba y los huevos y en poco tiempo me empezó a gustar, porque era realmente delicioso. En realidad fue la mejor mamada que he recibido.

Y mi polla se ponía cada vez más dura y el policía me miraba y me llamaba cabrón. Incluso me dijo que pensara más en mi personalidad y en mis gustos sexuales y que definitivamente era gay. Y esto me molestó un poco, pero rápidamente dejé de pensar en ello porque su sexo oral era realmente bueno y acabé corriéndome en poco tiempo. Pero antes pregunté si podía correrme y el chico travieso me dijo que sí, así que estaba tragando leche fresca y yo estaba muy excitada con el sexo oral que me hacía este chico travieso. Me gustó mucho y confieso que después de un tiempo terminamos conociendo y haciendo un sexo muy sabroso.