Mi nombre es Alessandra y el director de la escuela penetró mi culo caliente en su habitación. tengo 18 años y estoy en mi ultimo año lista para graduarme y como soy muy linda terminé usando eso a mi favor y hace unos meses comencé a hacer programas de sexo con viejos pervertidos y estoy ganando buen dinero. Y como este mundo es tan pequeño, el director de mi escuela se enteró de que me estaba prostituyendo y liándome con hombres por dinero. Un amigo suyo, un viejo, tuvo sexo conmigo y le mostró mi foto al cabrón y se excitó mucho.
Y uno de estos días me llamó a su habitación. Fui allí pensando que era por mis faltas, pero no fue nada de eso. Me pidió que cerrara la puerta y me hizo una oferta. Dijo que sabía que me estaba prostituyendo y que su amigo hablaba muy bien de mí, especialmente del buen sexo anal que sé hacer. Y le dije que para mi director sería más caro. Además de la cantidad que cobro, él tendría que ayudarme a aprobar con buenas notas en todas las materias. No dejaba de decir que esto era complicado y yo ya me levanté para volver al salón de clases.
Luego me pidió desesperadamente que me sentara de nuevo y él lo arreglaría. Y me tiró en la mano una torta de billetes, todavía en dólares, 400 dólares por una hora de mi tiempo. Tomé el dinero y pregunté dónde estaría el programa. Y dijo que sería ahí mismo en su cuarto, que era un fetiche muy antiguo tener sexo con una de las alumnas. Y como yo era la más hermosa me dijo que tenía unas ganas enormes de tener sexo conmigo y sobre todo de penetrar mi culo caliente. Empecé a desabrocharme la camisa del uniforme escolar y estaba mostrando las tetitas que tengo y volviendo loco de placer al viejo.
El viejo cabrón se volvió loco al ver mis tetas y ya se me acercó y empezó a ponerme la mano encima. Saqué su polla y me sorprendió, una polla gruesa con una cabeza gigante. Me estaba masturbando con el bastardo mientras presionaba mis pechos con fuerza y besaba mi boca. Nos besamos mucho y me cargó y me hizo sentar en su regazo. Y él estaba levantando mi falda, tocando mi coño y besando mi boca y llamándome traviesa. Y yo con mi mano en su polla masturbándome haciéndolo loco de lujuria.
Después de eso me quité toda la ropa y el cabrón me tiró sobre la mesa y empezó a chuparme el coño de buena gana. Me emocioné mucho y comencé a acariciarme las tetas porque era maravilloso tener sexo en la escuela. Y después de probar mi coño, el cabrón dijo que quería follarme el culo. Y como me dio un buen pago me puse a cuatro patas en su sillón y el muy cabrón me empezó a penetrar el ano muy despacito. Porque dije que si era demasiado rápido vendría de inmediato.
Y el director de la escuela penetró mi culito y me excitó mucho. Puso toda la polla gruesa dentro de mi culo y lentamente la sacó y repitió el proceso varias veces. Y para matarlo de placer todavía me senté duro sobre su polla y así se corrió intensamente. Ganaba buen dinero y aprobaba todas las materias con la máxima puntuación. No sé la magia que hizo, pero funcionó y todos estaban felices después de esta intensa queja dentro de la escuela.
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