Hice mi primer show de sexo

Hice mi primer programa sexual con mi tío sucio que me dejó con el coño y el culo en llamas. Llegó la pandemia como todos saben y terminé perdiendo mi trabajo. Tengo 23 años y trabajé como camarera en un club nocturno aquí en Guadalajara. Entonces debido a la pandemia tuvimos que parar y terminé sin trabajo.

Teniendo varias facturas por pagar decidí hacer algo diferente justo mientras pasaba la pandemia. Y decidí hacerme prostituta, como soy muy joven, bonita y caliente, creí que muchos hombres pagarían por mí. Muchos ya me han ofrecido, de hecho todos los días un hombre me alaba queriendo algo más conmigo.

Y ahora podían, siempre y cuando pagaran un buen dinero. Me registré en un sitio web de prostitutas de lujo y recibí mi primer servicio ese mismo día. Y acordé con él encontrarnos en un motel del centro. Aceptó y por la noche yo estaba allí en la habitación esperándolo.

Y cuando llega el hombre y lo miro casi me desmayo. Era mi tío, Juam y yo estaba muy asustado. Dijo que estaba buscando a una joven prostituta y cuando me vio no lo creyó. No había mostrado mi cara en las fotos, así que me olvidé del tatuaje que tengo en la espalda y lo reconoció.

Hice mi primer show sexual con mi tío pervertido

Le pedí disculpas y le pedí que no le dijera a nadie que iba a dejar de tener sexo por dinero. Y hasta le dije que ni había empezado, que él sería el primer cliente. Me sonrió, dijo que no se lo diría a mis padres, pero que tendría que tener sexo con él, y sin que él tuviera que pagar nada.

Inmediatamente le dije que no tendría sexo con él aunque me pagara un millón de dólares. Luego me mostró la foto y también una grabación que hizo allí en ese momento de nosotros dos hablando en la habitación. Y no podía negarlo y la única solución era tener sexo con mi propio tío.

Me dio asco, porque es un viejo gordo muy travieso, y todavía está casado con mi tía. El pervertido vino besándome y quitándome la ropa interior. Me dio una lamida muy dura en mis tetas y comenzó a sacar su pene y lamerme el culo. Luego dejó mis bragas a un lado y comenzó a chuparme el coño.

El bastardo me la chupaba de buena gana y me metía los dedos muy fuerte en el coño y también en el culo. Y él decía que me iba a abrir el culo con su polla gruesa. Luego comenzó a penetrar mi coño y luego dijo que me follaría el culo. Le rogué que no lo hiciera, pero no le importó. Metió su pene en mi culo y comenzó a penetrar.

Me cogió el culo muy duro y me puse todo caliente. Luego todavía tomó una corrida en mi culo dejándome sucio con su esperma. Se puso la ropa, y antes de irse incluso dijo que me follaría más a menudo. Y tengo que follármela al menos dos veces por semana para que el bastardo no se lo cuente a mis padres.