Le di un paseo a una desconocida y tuve sexo con ella. Era una mujer joven, no muy bonita, pero tenía unos pechos grandes muy bonitos. Soy un hombre de familia de 45 años, vivo en una granja cerca de Juárez y siempre voy a la ciudad a hacer mis compras, y vi que esta joven al lado de la carretera era la hija de uno de los empleados de mi granja. Se llama Julia, una joven morena de pelo largo, grandes pechos y un culo muy bonito. Muy humilde, llevaba ropa vieja pero aun así llamaba mucho la atención de nosotros los hombres.
Y decidí llevarla, le dije que se subiera al coche y se puso muy contenta por la ayuda. Y cuando se subió al coche todavía no sé qué pasó pero me puse muy cachondo. Sólo tenía 19 años, pero aún así quería tener sexo con esta jovencita. Y como yo era el jefe de sus padres y también de ella, seguramente aceptaría tener sexo conmigo. Y no pude resistirme, mientras conducía pasé mi mano por sus piernas. Se estaba poniendo roja y muy avergonzada y aun así continué.
Incluso le dije que estaba muy buena y que quería que me la chupara. Y me saqué el pene y ella se asustó, y en ese momento no me reconocí y la amenacé porque estaba muy desesperado por tener sexo. Y le dije que el sexo oral tenía que hacerse o si no despediría a sus padres. Rápidamente se corrió chupándome la polla y yo estaba muy excitado, paré el coche y me fui al asiento trasero con la joven.
En cuanto estuvo en el asiento trasero le levanté la falda y le pedí que se pusiera a cuatro patas. Pude ver su gran culo y comencé a penetrar su coño. Ella gemía y yo la penetraba y para excitarme aún más le agarraba los pechos. También le pedí que se sentara sobre mi polla y seguí chupando esos enormes pechos. Luego nos fuimos y ella se fue a su casa sin despedirse, después de eso no volvió a mirarme y siempre mantuvo la cara cerrada. Pero me gustó, fue un momento muy emocionante.
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