Durante mucho tiempo me había sentido atraído por la mujer de mi amigo. Era guapa, inteligente y divertida. En cuanto me sentí así, supe que nunca haría nada que pudiera herir a mi amigo, así que decidí mantener en secreto mi atracción por ella. Pero un día me dijo que no era feliz en su relación con su marido, mi amigo. Cuando me dijo esto, no pude resistir la tentación y me follé a la mujer cornuda de mi amigo.
No podía creer que estuviera pasando de verdad. Mi amiga estaba fuera trabajando cuando me invitó a su casa. No podía creer que realmente me estuviera invitando a algo tan imprudente. Pero no pude resistir la tentación y entré.
En cuanto entramos en la habitación, me empujó a la cama y empezó a besarme el cuello. Estaba completamente perdido en el momento, todo mi cuerpo temblaba de excitación. Me desabrochó la camisa y empezó a besarme todo el cuerpo. Bajó hasta mi miembro y empezó a chuparlo con extrema habilidad y deseo.
No podía creer lo que estaba pasando. Sabía exactamente qué hacer para excitarme aún más. Me besó como si quisiera devorarme y luego empezó a cabalgar mi miembro con fuerza. Gemía con fuerza y yo sabía que se estaba divirtiendo tanto como yo.
Me empujaba arriba y abajo tan fuerte como podía mientras me besaba con deseo. Me hizo sentir como en el paraíso. Me besó de nuevo mientras me abrazaba fuerte. Estaba completamente perdido en ese momento, no podía pensar en nada más que en la sensación que me estaba dando.
Me empujó hacia la cama y empezó a cabalgar mi miembro de nuevo. Me besó mientras movía sus caderas de forma sensual y erótica. Sabía exactamente qué hacer para excitarme. Aumentó la velocidad y empezó a cabalgar cada vez más rápido, gimiendo con fuerza. Sabía que estaba a punto de correrse, así que la sujeté por las caderas y la empujé hacia arriba y hacia abajo tan fuerte como pude.
Se corrió ruidosamente y se estremeció de placer. Poco después, yo también me corrí. Fue una sensación increíble. Nos quedamos tumbados uno junto al otro durante unos minutos, recuperándonos del momento. Yo estaba completamente feliz y satisfecha.
En ese momento, supe que no había vuelta atrás. Me había follado a la mujer de mi amigo cornudo de morbocornudos. Sabía que nunca se lo contaría, porque no quería dañar mi amistad con él. Pero al mismo tiempo, sabía que ese momento había sido increíble y que nunca lo olvidaría.
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